
Esta tarde, he recibido un comentario que me ha llenado de alegría... mi Hermano, porque siempre lo será, Ricardo Fajardo Sanchez ha escrito un comentario en este blog. Y me ha hecho tremendamente feliz... ya veis con que poquito me conformo...
Y me ha hecho muy feliz, porque es verdad y de la buena que hemos compartido oscuridades debajo del faldón, pero también hemos compartido la indiferencia por pensar distinto, la puñalada por levantar la voz o simplemente el tormento "no pensar como los demás"... ojo, hablamos de pensar, sentir, opinar y vivir "nuestra semana santa"...
Y que bonitas oscuridades las que hemos compartido, aquellas que nos hicieron lo que somos al margen de lo que siempre fuimos... y que nos curtieron en innumerables batallas bajo un terciopelo azul salesiano que nos quitaba y nos quita las tapaeras del sentío... es lo que hay, nacimos casi que con Ella y con Ella moriremos... y ya está, no hay más. Dejar de darle vueltas a las cosas porque hay cosas que no las tienen.

Cofrade como el que más, Hermano como ya quisieran ser muchos, y trabajador con y para su hermandad hasta que le cortaron las alas como a muchos otros Icaros que se acercaron tanto al Sol que terminaron quemándose y cayendo en el abismo de la desidia, la apatía y el cansancio... hasta perder literalmente las ganas de luchar... jamás se lo reprocharé y el bien lo sabe. Como a tantos y tantos que se marcharon. Esa fue su opción, y ¡¡oiga!!... tan respetable como otra.
La mía fue quedarme... y no me pesa ni me pesará, por muchas batallas que tenga que librar y por muchos palos de mesana que se partan durante la travesía... se que al final, cuando ambos dos lleguemos a puerto, siempre estará Ella... porque es santo y seña de nuestras vidas, estando y sin estar... porque es guía y faro de nuestros rumbos marineros y flamencos... estando y sin estar... porque cuando Richard se mete en el Misterio de los Misterios y yo me meto en el Palio mas Romántico que tiene Granada, al llegar el Domingo de Ramos más bonito del mundo mundial, sabemos que nuestros kilos son de Ella y por Ella... la que nos parió y nos hizo costaleros... Y Ella no es otra que La Reina Salesiana que reparte Salud cada año...

Richard muchas gracias por tu comentario en el blog... y como es de bien nacidos ser agradecidos... te lo agradezco con palabras que sabes que salen del corazón, ese que se nos quedaba parado en cada levantá y que echaba a latir cuando arrancábamos con el izquierdo... cortito, roneando, dándole un humilde paseo a la Señora del Jueves Santo, porque si no fuese humilde, no sería paseo... y llegábamos con los ojitos enrojecidos y la sonrisa en los labios, orgullosos del trabajo malo, bueno, regular... pero trabajo realizado... y entonces, bajo aquella oscuridad nuestras miradas le daban brillo a la noche y donde nadie veía, y aun muchos siguen sin ver, nosotros si que veíamos porque mirábamos siempre con los ojos del corazón....

Y ahora hazme un pequeño favor, hermano. Dale fuerte a la Cena, que se que le das un pellizquito por mí... yo se lo daré a un palio de la Romántica Carrera, y me acordaré de ti y de mi inmersos en aquella oscuridad, bendita oscuridad la que vivimos bajo un faldón... esa que muchos no saben ver ni quiere, pero que a nosotros nos hizo diferentes y mucho mas "Hermanos"...
Richard, hoy brindo por ti y contigo, porque la Vieja Guardia nunca entregue la cuchara... y si la entrega, que nos llenen de nuevo el plato... y vamonó, aire... que se va la Salud...

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