Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

martes, 31 de julio de 2012

Sangre y Agua... en tardes de miércoles santo...

La tarde empieza pronto. Salgo de trabajar a medio día, y ya no volveré al trabajo hasta el Lunes de Pascua. Lo cual es una alegría. Llego a casa y almuerzo, mientras veo el uniforme de mi hijo colgado en su silla. La semana se encuentra en su ecuador, y nos espera, lo mejor. Hoy nos estrenamos. Y la responsabilidad y el trabajo ya están hechos. Las largas horas de ensayo ya dieron su fruto, y nos encontramos preparados. A duras penas puedo digerir los alimentos. Mi niño, que cuenta con 9 años, no está para nada nervioso. Lo que el se toma con su edad como un juego, y lo viste de la seriedad que las hojas tachadas de su calendario le han podido dar, yo no se ni como tomármelo. Nervios... quizás sean eso. Los nervios...

Esta siendo una semana triste en muchos aspectos. Por que sé, que todo lo que estoy disfrutando con mi banda, se acabará el próximo Sábado Santo, cuando dejemos a María Santísima en su castillo rojo de almenas árabes y cristianas. Pero hoy es Miércoles y Santo, y no me da tiempo ni a pensar...

Lo que empezó hace ya un par de años, como un revulsivo, como una quimera, como un sueño, como un querer y poder, se ha convertido por arte de magia en realidad. Siempre recordaré el cariño y la tremenda sorpresa con que fuimos acogidos por el seno de la hermandad, en aquella reunión, a la postre gratificadora, y a las pruebas me remito. La banda cumplirá una década, detrás del Señor, y eso es hoy en día un lujo y un honor, tal y como están las cosas. Agradecer a quien puso sus ojos como platos, nos brindó su sonrisa, y que hoy precisamente cumple años. Don José Francisco Castro, por aquel entonces, Hermano Mayor de la hermandad realejeña del miércoles santo.. Hoy todo se hará verdad, tras de Ti. Señor de los Cocheros, Rey de Santa Isabel la Real. Y las ganas aumentan los nervios y aplacan el corazón que aun con la edad que ya tengo, a veces, muchas veces no se controlar...

Ayudo a mi hijo a vestirse, y le preparo su tambor. Su sonrisa me dice que será una buena tarde. Y eso me reconforta, aunque no hace que se me vaya este molesto pellizco en la boca del estómago. Que hora es???... ni lo sé, pero si que me importa. Me visto. Mi traje azul marino con el que se paseara el dulce nombre de una banda de Tambores y Cornetas, defenestrada y maldecida por el mismo título, da paso a que las fraguas de unos redobles destemplados y unos chillidos sordos y descarnados, que piden nunca mejor dicho a gritos, que aquí estamos, nos hagan un hueco por merecimiento propio, que no ajeno. Nada es gratis y todo tiene su esfuerzo, y once meses de ensayos, hoy se darán a la luz, esa que marcará el reguero de uno de los mejores cortejos de nuestra semana santa. El de las cosas bien hechas...

Todo está en la cabeza... nadie dijo que tocar, cuando te tuviese en frente. Y eso que muchas cuadrillas lo suelen hacer. "Abuín, tu sabrás..."... y vaya si lo sabía... llevaba pensando en Ti y en tu melena recién dormida, tanto tiempo, que sabía perfectamente que interpretar, cuando viese que el sol te diese en la carita y nos dejase ciegos el dorado oro de tu canasto... y tu mirada de infinita bondad y sabiduría... ¿¿¿que haces bajo esa cuz, Nazareno???...

Salgo de casa, y de la mano el mejor de los naciós, con su gorra de plato en la mano que le queda libre y su tambor en la mía. Maletín a la espalda, con mi fliscorno recién pulido y engrasado la noche anterior. Afinado, como mi mente. Dulce, como mi corazón en tardes de semana santa. Brioso como mi alma al llegar las madrugadas, al amparo de unas sábanas que ya quedaban huecas e inertes. Año dos mil tres, impar,... y cuantas cosas que me contaste al oído, y cuantas o más bien todas, a las que no te hice caso... o no te lo quise hacer...

El paso que andando nos acompasa las hechuras de los hombres buenos, nos lleva al lugar de la cita. Mi gente. La gente de mi banda, espera. Y al compás de Carmen la Cigarrera nos encaminamos tocnado por alegrías en ordinaria desmedida e identificable, por Jesús y María. Todo es algarabía, y gentío. Hay ya hermandades en la calle, pero lo mejor está por llegar. Luce el sol en esa plaza, que es corazón de un Realejo que tantas cosas me dio, me sigue dando a día de hoy, y me seguirá dando. O eso espero. Como también espero que sean las menos, las que me pueda quitar. Pierdo vida, ya lo decía Unai Emery: "Yo con esto, pierdo vida... ahora mismo estoy perdiendo vida"... pero bendita la perdida, si es por estar contigo y detrás de Ti, en esta tarde soleada y cariñosamente templada, que calienta mi corazón, y el de los que compartimos hoy esta experiencia,...

Llegamos a la plaza, como el novio que espera a que su novia al menos se asome al balcón. Las comisuras de los labios, están secas. Ya hay quien pide agua.. ¿¿¿agua???... el agua es para los que están asustados. Y la verdad, es que impone la responsabilidad, pero de ahí al miedo... ¿¿¿quien dijo miedo, en tardes de miércoles santo???... No, Señor... para nada. El miedo no se puede apoderar de las sombras que nuestras gorras de plato blancas e inmaculadas como las entrañas de tu Madre, nos protegen la cabeza de un sol que ya casi se esconde, y que apenas quema. Y Ella, apenas sin moverse de su majestuosos paso de palio, ya tintinea al compás de sus rosarios, que son perlas finas de corales que del cielo bajan al llegar la tarde...

Mi hijo, colocado entre la batería destemplada de tambores roncos con ganas de tocar, sonríe. Eso apacigua mi corazón, pero no lo ralentiza. Cruz de Guía en la calle, y ya el pellizco no es tal, sino un amasijo de nervios por verte. Las ganas, las mías y las de mi gente, se hacen presentes... y ahí está... bajo el dintel de madera de una puerta única que ya atravesara en días pasados, el Señor del Pan y el Vino, Misterio de los Misterios,... y el bello escarnio al que fue sometido en su coronación, un Jesús Humilde que a pesar de tener toda la fuerza de un León de Judea, se dejo hacer, como Cordero que es llevado al matadero por nuestras culpas, y que no se queja ni una mijica... 

Delantera del paso. Jugueteando ya las llamas de unos candeleros de guardabrisas que quitaron el sentío en su día, de este bello bejarano... y ahí está. Con su melena al viento, me quedo pa siempre... y yo entre el gentío, me muevo rápido. Mi corazón acelera su pulso, hasta marcar el compás de la partitura que tengo en la cabeza desde hace varios días... me rodeo de la primea piano, magistral mi gente buena del Albayzin. Los bajos, me siguen con la mirada... y marco el tempo con el que vamos a poner al Señor de las Tres Caídas en la calle... una, dos, y tres... y al aire... sin tambor que nos marque el destino ni el compás, sin rumbo, pero con puerto, mi mano templada amenaza con llenar la tarde de sonidos que se quedaron tan impregnados en mi alma, que aun en días como este, consiguen ponerme los bellos de punta una vez más... por que me acuerdo de ti, no pocas veces al año... boquilla en las comisuras que en esos días me hacían el hombre más feliz... y mi hijo esperando con su tambor a que entrarse la batería...

El Señor ya está en la calle, la Plaza a rebosar... y suena Sangre y Agua... en tardes de Miércoles Santo... 

Miercoles Santo de 2003 - Estreno tras su Cristo, de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas de la Hermandad del Rosario en sus Misterios Dolorosos - Granada 

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas
Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental