Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

viernes, 19 de febrero de 2010

Viernes... hazme un Favor... solo uno...



Viernes, Señor... hazme un favor... solo uno. Sabes que ya estamos en cuaresma y que la gente deambula sus pasiones por doquier, esperando pregones vibrantes, ensayos con solera y una morterá de kilos en lo alto, reuniones y tertulias de casa de hermandad con olor a incienso y sabor a melancolia, presentaciones de carteles variopintos en los que algunos no se merecen el marchamo de "cartel", etc, etc, etc... pero lo que menos esperamos son puñaladas por la espalda y brillar de hojas afiladas en la oscuridad... por eso hoy tan solo te pido un favor...

Yo hoy solamente te pido un favor... ya ves que últimamente pido poco, por eso hoy solamente te pido que me ayudes y me transportes a aquellos tiempos en los que yo vivía la cuaresma de otras muchas formas distintas... mas limpias, mas inocentes, mas puras, mas fructíferas, mas inquietantes, y mas cofrades... y que me dejes un rato, solo un rato por pequeño que sea... en el justo y preciso momento en el que me bajaba de un autocar en la Plaza Isabel la Católica, siempre con prisas, recién llegados de Baza de tocarle al Señor del Rescate bastetano, y que mientras que corríamos las calles abrochándonos la camisa gris, ajustando nuestras corbatas y galas negras como bien podíamos, y calándonos la boina siempre a la carrera... porque sabíamos que al final de las calles estabas Tú... al final de una carrera alocada mientras intentábamos guardar la formación, sabíamos que estabas Tú... y como cada Viernes estabas Tú esperando que llegáramos con nuestros sones de agrupación musical para poder acompañar tu pausada y tranquila muerte por las calles de tu Granada, que es más tuya que nuestra...

Tardes de Viernes Santos que jamás se olvidarán... pero Señor, hazme un favor, solo uno... déjame en ese preciso instante, aunque tan solo sea un espejismo del pasado, y aunque tan solo sean unos segundos... quiero volver a escuchar e interpretar el himno nacional, mientras veíamos salir tu tremendo calvario rojo, y a Ti, crucificado y muerto por San Cecilio... hazme hoy tan solo ese favor... si no es mucho pedir... y déjame que me regenere y me sienta de nuevo como al principio de todo esto... como si volviese a empezar de nuevo... te estaré siempre muy agradecido, Señor... pase lo que pase... siempre.

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas
Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental