Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

jueves, 12 de noviembre de 2009

Y el eterno incomprendido...


¿Que pensabais? ¿Que el eterno incomprendido era el Cristo de la Redención?... no me seais ilusos. Esta entrada, se la dedico a mi familia, que es la que siempre está cuando me hace falta, y son mi apoyo y mi sustento.

A mí, Francisco Abuín, Christi Passio, o simplemente "Abuín", como mejor gusteis, personalmente se me achaca en mi hermandad por parte de algunos que creo que no saben de que va la historia y siempre en los mismos momentos puntuales y por parte siempre de los mismos personajes o personajetes, que dejé de salir algunos años con mi hermandad salesiana y cofradía de penitencia, y algunos incluso me han llegado a decir y/o recriminar, que no contento con no salir esos años, ni hacer estación de penitencia con la Redención, aparecí una madrugá del jueves al viernes santo, vestido con mi traje de músico para el "encierro" (palabra que yo creía destinada solamente al mundo de la tauromaquia). Y cierto es que fue así. Solo me dio tiempo a ver subir las escaleras al paso de palio... ¿¿Nadie sabe lo que es estar lejos de los suyos, mientras su hermandad está en la calle??... Yo sí, por desgracia. O por suerte. Según se mire. O según la boca del que salga.

El caso es que no se me caen los anillos, ni nada parecido, por reconocer que durante tres años no salí realizando estación de penitencia en mi hermandad. Pero no me marché jamás de la cofradía, porque son cosas muy distintas. Asistía a mis cultos como siempre, y en la medida de mis posibilidades y de lo que me dejaba mi trabajo laboral y mi "trabajo" como director musical de dos formaciones de la provincia, siempre he estado ya digo, en la medida que uno podía. Unas veces más y otras menos. Pero claro que no iba a ensayar de costalero. Normal. Si no iba a salir, ¿¿para que le iba a quitar el puesto a uno que debería de aprender y de hacerse a las trabajaderas??... y que queréis que os diga. Si se de antemano que no voy a salir, tampoco voy a ir a ver los ensayos, porque personalmente lo paso mal, muy mal, y no era plan. Lo he pasado mal, sabiendo que iba a salir, cuanto más, sabiendo que era que no, que no tocaba ese año. Pero de la cofradía ni me he ido, y no me iré jamás... ni con agua caliente.

Tres años que no realice estación de penitencia con mi hermandad, la de toda la vida, pero uno de ellos tuve la suerte bendita de poder ver a mi Virgen de la Salud, prácticamente ya subiendo las escaleras al llegar con mi coche desde Almería capital, comiéndome las curvas de la carretera tan solo para verla en la calle, aunque fueran poco mas de unos minutos. Y así fue, y por eso siempre le estaré agradecido a Ella. Gracias Salud, por dejarme ver tu palio moviéndose al compás de la Madrugá en la madrugá salesiana y zaidinera de la Redención, después de un día que lejos de tí y de mis hermanos, mi cabeza estaba mas en Granada, que en las notas de los pentagramas que iban apareciendo delante de mis ojos en cada chicotá que el Hijo de Dios daba en otra ciudad andaluza.

Pero claro, para muchos "cristianos y cofrades" ese Hijo de Dios, o esa Virgen Santísima, pues ya no es la misma y no vale lo mismo. Hipócritas y fariseos, que no ven mas allá de sus propias narices o de sus propios ombligos. Dejemosles que de esa manera sean felices si es que ese es el camino de la felicidad que han escogido libremente. Pero también tenemos la obligación de decirles que están totalmente equivocados en coger ese camino. Gracias y mil veces gracias, Salud, aunque les pese a todos estos envidiosos que se creen que ofenden con su verborrea fácil y su corazón ennegrecido, y que son más que los demás porque son "los escogidos", o "los elegidos"... y después son ellos los que te hablan de golpes de pecho, a través de comentarios anónimos a este blog y a mi correo gmail..

A mi no me hacen falta ninguno de esos golpes de los que habláis tanto en vuestras amenazas veladas a través de los comentarios de este blog, para llevar grabadas a fuego en mi corazón cada una de las letras de las palabras, Jesús y María.

Jesús Redención y Rescate de las almas del mundo y María Madre de Dios y Señora que da Salud a manos llenas. Pero también Jesús y María con todas sus advocaciones posibles. Porque aún siendo hermano tan solo de dos cofradías en Granada, (Rescate y Redención), que muchos por lo visto se creen que soy hermano de las treinta y dos, pero aún no siendo así, me considero cofrade de todas las demás... independientemente del lugar de origen y cuales sean sus misterios, glorias o devociones particulares.

Allí donde está Dios, Cristo y/o su Amantísima Madre María presente a través de una escultura, de una pintura o de cualquier motivo artístico que los representen, incluso la música, allí se debe de embelesar cualquier cofrade, cristiano y católico que se precie y se tercie... si es que verdaderamente es "cofrade, cristiano y católico".

Y llevo también otras palabras más, grabadas a fuego en mi alma, por lo que en mi vida han significado y significarán el resto de mis días, al menos para mí y para mi familia. Costalero y Músico, las dos por la misma Gracia de Dios, que fue la que me puso estos retos por delante, como siempre, casi sin darme ni cuenta.

He tenido la gran suerte que desde muy pequeño, he vivido y crecido en el seno de una familia que sin ser cofrades, son tremendos creyentes. Que sin ser capillitas, son muy devotos. Y que sin ser hermanos de ninguna cofradía, son de las cofradías de las que es su hijo, o a las que iba a tocarle. Madre nacida y criada en el Albaicin, en San Juan de los Reyes, Carmen de San Fernando, desde donde se podia coger la Alhambra cada noche con la mano, mientras sonaban las campanas de San Pedro y bautizada delante de la Virgen de las Maravillas. Y mi padre criado desde muy pequeño en el Albaicin, al que llego desde su pueblo natal de Itrabo. Que casualidad, que la Patrona de Itrabo es Nuestra Señora de la Salud. Las cosas de la vida...

También tuve el inmenso honor y la gran suerte, y por eso le estoy agradecido a Dios Padre Celestial, de haberme dado una Abuela paterna, Adoración España, que quitaba "to el sentio" cuando de pequeño pasaban las cofradías de la Semana Santa de Almuñecar y en cuanto escuchábamos el murmullo de los tambores, aun lejanos, me cogía de la mano y simplemente me decía: "Francisquito... que ya viene el Señor"... eso jamás se olvida, como nunca olvidaré el roce de su piel al cogerme la mano para salir corriendo escaleras abajo, ni la dulzura de sus palabras al decirme cualquier cosa, ni la paz de sus pequeños ojos al mirarme emocionado yo y emocionada ella al verme a mi, ni su pelo blanco y brillante tantas veces por mi peinado, ni su vestido siempre negro, ni las escaleras de su portal, ni la puerta de su casa, ni las tardes de merienda, ni las voces desde un balcón cuando no le hacia caso para subir porque ya era tarde, ni las noches sentados ante la tele encendida los dos solos, ni el olor de salitre y abuela mezclados en aquella casa en plena Avenida de Andalucía de la capital sexitana, en la Calle Sevilla numero 1,... como olvidar a quien dio mientras pudo, todo lo que tuvo por su nieto...

Desde los 13 años siempre cerca del mundo cofrade de esta ciudad, por unos o por otros motivos. Primero la motivación que te lleva a conocer algo que te llama la atención tanto como para dejar otras cosas de lado, cosa que es normal y comprensible, porque no te hacía falta salir del colegio salesiano, para ver una parihuela de ensayos entre los soportales de los patios. Segundo el haber conocido de la mano de mi abuelo materno, Ricardo Abuín, que después de pasear un rato por el Realejo y visitar al Señor de los Favores en el Campo del Príncipe, habiendo llegado allí andando desde los Vergeles, me llevaba a un sitio donde nos daban una llave a través de un torno, para que pudieras estremecerte con la magnificencia de un crucificado muerto a manos de nosotros mismos y admirar la belleza inconmesurable de una Madre rota por el llanto y la desesperación de verlo muerto en aquella cruz de favores. Salíamos, como decía mi abuelo, de ver al Señor... mas tarde comprábamos unas "salaillas" y de vuelta a casa que ya era la hora de comer. Y tercero entrar a formar parte de una cuadrilla de costaleros (La Salud) y de una banda de música procesional (La Ripoll) en el mismo año 1987.

Desde entonces, muchos domingos de paseos otoñales, invernales y como no primaverales, a ver todas y cada una de las imágenes de semana santa que ibas conociendo a través de hojasamarillentas de periódicos guardados en un trastero frió y húmedo propiedad de mis padres, donde Papá guardaba y guarda los periódicos que el mismo por su trabajo, ayudaba a confeccionar con su linotipia cada tarde, noche y madrugá en aquel taller oscuro de la calle San Jerónimo donde se cocía el Diario Ideal, y que siempre olía a plomo, sudor y tinta...

Desde entonces, desde 1987 yo jamás "fallé" a mi hermandad y mi conciencia está siempre tranquila. Con esas edades, os recuerdo que entre con trece años, aunque pronto cumplí los catorce en mayo, solo tienes la vista puesta en la tuya y el desconocimiento y la gilipollez que te absorbe a esas edades no te hace ver mas allá de lo tuyo. "Lo mio es lo mejor, lo único, no hay mas allá de lo mio"... craso error que despues con los años incluso hasta te pasa factura. Pero llegó el día, y según algunos de mis "nuevos hermanos, porque se lo ha contado un hermano antiguo", "fallé"... yo, el que no había fallado nunca.

El que estaba para todo y para todos. El de las noches en vela al amparo de los tinglados y cuidando que no les pasara nada a Ellos, pues dormian ambos en la calle, a la intemperie. El que lo mismo estaba para inclinar el guión en los cultos, que para leer en las misas. El que lo mismo te limpiaba toda la candelería echándole una mano al bueno de Miguel Hermida con un secador de pelo que se nos paraba cada dos por tres. El que siempre estaba en la casa de hermandad con su monopatín, echando un rato de tertulia con los mas mayores e intentando siempre aprender de ellos. El que lo mismo te recogía las mesas que te ponía un botellín de alhambra. El que se metía bajo el paso cada vez que tenía oportunidad e imaginaba chicotás de ensueño, mientras silbaba alguna marcha de las que había ensayado la noche anterior con la Ripoll y años mas tarde con los Gitanos.

El que se llevaba partiendo la espalda desde 1987 y la voz debajo de un paso de palio desde 1989 porque así lo quiso la cuadrilla recién formada y creada para Ella, y por que lo quiso un capataz llamado José Manuel Almendros, que en esos años mandaba ese martillo. Este que os escribe, Francisco Abuín, para algunos de mis "nuevos hermanos" fallé... y me lo echan en cara, día sí, y día también... como si con eso, puedan quitarme las ganas de seguir gozando de lo que mas me gusta y me llena en esta vida, al margen de mi familia.

Lastima que va a ser verdad que mientras estas todos los días, nadie te echa en falta... pero la envidia en los hombres, muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás muestra cuánto se aburren. Y también, como bien escribió Diógenes Laercio en el siglo III antes de Cristo, "...la envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisieramos poseer nosotros..."

Y yo he gozado no sabeis cuanto ni como. He gozado siendo peón de confianza de la Salud y debajo de muchos pasos más, donde siempre encima ha estado el Señor o la Santísima Virgen, se llamasen como se llamasen, pero he gozado enormemente haciendo que mi voz y el compás de treinta y dos o mas hombres, fuera tan solo uno.

He gozado vestido de músico por infinidad de pueblos de Andalucía y de fuera de ella. He gozado sientiendome hermano de mis hermanos independientemente de la cofradía en la que me haya encontrado, aún no siendo muchas veces la mía.

He gozado hasta lo inexplicable viendo un buen trabajo costalero de otras cuadrillas de misterios, cristos y palios, o he gozado hasta la saciedad admirando la genial interpretación de músicos de otras bandas, estilos y provincias.

He gozado de todas las cuaresmas posibles y de las imposibles también, he gozado la semana santa como ninguno lo ha hecho, he gozado las cruces de mayo con mi hermandad de la Redención y con las otras también, de los Corpus de mi tierra, de los altares que montan otros y de los que yo también he montado, de los cultos de mis hermandades y de las misas de los demás.

He gozado de las tertulias al amparo de una cerveza en cualquier casa hermandad, "siempre entre hermanos, aun no llevando la misma medalla colgada". He gozado aprendiendo de quienes saben, e intentando enseñar a los que preguntan y tienen dudas. He gozado riendo y llorando bajo muchos pasos y en muchos cultos de hermandades que no eran las mías. He gozado y no sabéis como, del amanecer de cualquier día de cuaresma, porque simplemente son amaneceres distintos. He gozado infinitamente del olor a claveles durante la primavera granadina.

Y lo que es peor para los envidiosos. He gozado con las cuadrillas de mi hermandad, siempre, a pesar de la dura y penosa pelea que es venir como venimos después de tantas horas en la calle. He gozado con las dos cuadrillas, pues con las dos he salido, y he gozado plenamente al ver bajo la oscuridad de los faldones aterciopelados del Redentor y de la Salud, los ojos enrojecidos y cristalizados de unos chavales con las mismas ilusiones y las mismas ganas con las que yo llegue a esta hermandad y lo que es peor para ustedes, los envidiosos, los que siguen mirandose el ombligo, mientras los demás nos movemos, lo peor para ustedes es que pienso seguir gozando de todo lo que signifique, parezca, suene, sea y huela a semana santa, hasta el último día de mi vida terrenal.

Seguiré gozando sabiendo que mi hijo va debajo de ese bendito faldón azul, y gozaré aún más cuando se encuentren los dos hermanos debajo. Y seguiré gozando de llevar a sobrinos y amigos mios bajo ese paso de palio, o bajo el sonido del León, el Martillo con mas personalidad de cuantos hay en Granada y que suena celestial. No he oído martillo igual que el León de la Redención. Y seguiré gozando cuando vea al Cristo Redentor levantar al sonido de su León y echarse a las calles para abrazar a toda una ciudad entera con sus brazos abiertos. Y seguiré gozando hasta que me muera de ser y sentirme SALUD, por mal que os pese a muchos.

Aún así, y a pesar de gozar y seguir gozando, aun a pesar de ser "el eterno incomprendido"... todo tiene una explicación la cual ya dí en su día, pero como estos "nuevos hermanos" se emperran en su charlatanería barata y gratuita, yo creo que ya es hora de dar esa explicación otra vez y de manera pública, sabiendo que ni me hace falta el hacerlo, pero más que nada, para que muchos otros que no conozcan esta historia, la sepan de primera mano.

A los pocos minutos de casarme ya me debía a mi familia y a mis hijos, que están por encima de la cofradía. No de los Titulares de la misma, Dios me libre y creo que los que sepan leer con su justo significado de las cosas, me habréis entendido, aún de esta manera tan tosca. Y paso a explicaros el tremendo pecado, por el que cada día me juzgan y amenazan a través del blog o del correo, con comentarios irrisorios, que no se sostienen de ninguna de las maneras, y encima de manera totalmente anónima y rastrera. El Pecado, mejor dicho, Mi Pecado, el hecho de que yo no saliese durante un periodo de tres años fue porque por contrato, al asumir la dirección musical de dos bandas así estaba establecido (dos años con la Inmaculada de Alhendín tocando en Almería capital y otro año más tocando con Tres Caídas creo recordar que en Antequera el Jueves Santo). De hecho el primero en saber esto en mi hermandad, fijaros que casualidad fue el señor consiliario de mi hermandad, seguido del hermano mayor y en algunos casos incluso el capataz del paso de palio y/o los mas cercanos de la cuadrilla.

Pero bueno, si estos que despotrican de mi persona, entendieron en su día porque así me lo siguen demostrando, que una persona casada muy joven, con dos nenes pequeños en aquellos años, sin trabajo en aquellos momentos, o con trabajos nada bien remunerados NO se puede ganar unas perras alabando al Señor con sus sones cofrades, en Almería, en Antequera o en donde Dios hubiese querido que así fuera, y que por eso faltase a la estación de penitencia de una hermandad, a la que quiero con toda mi alma, poco mas puedo hacer yo. Espero que a partir de ahora, muchos entiendan el porque fallé a mi hermandad, si es que se le puede llamar de esa manera. Bien lo saben Ellos dos. Los demás, "al pairo y bien floja"...

Dicen que no ofende quien quiere, sino quien puede. Y ellos por ese camino no pueden, ni podrán jamás. En fin, sigamos, que creo que nos hemos desviado un poquito del tema... aunque bien valga un desvío a tiempo.

Para que no se le olvide a ninguno de los que me quieran echar en cara algo a mi, o a mi familia, todo esto que yo hoy os estoy contando, escribo esta entrada en este mi blog y vuestro blog, del que lo quiera hacer suyo. Yo no firmo jamás con pseudonimo ni falta que me hace. Yo soy, Francisco José Rodríguez Abuín, hermano de esta hermandad desde 1987, aunque faltase a tres estaciones de penitencia.

Y no te preocupes Salud del alma mía, que este de la foto, el que te cogió inocentemente e instintivamente de la mano apenas con unos meses de vida, dará lo mismo o más que lo que dio su padre bajo tu manto azul y salesiano de salud infinita. Y oído a los envidiosos... dejar de mirarme a mí, de estar pendientes de que digo o que escribo, y mírense un poquito a ustedes mismos, "desde dentro pá fuera"... que si la envidia fuese tiña... seguro que me enteraba de quien o quienes son los simpáticos de los mensajes anónimos.

Mientras, déjenme que siga gozando de la semana santa, es lo único que no podéis quitarme... y esta entrada, me la dedico a mi mismo... ¿¿porque no??

La eterna incomprendida...


Acabo de leer el articulo que Sergio Rosillo, el prioste de la Hermandad Salesiana de la Redención a la que pertenezco y soy hermano, ha editado en su blog hace días y del que os dejo enlace.

Mucho se ha estado especulando y hablado desde el pasado fin de semana, sobre el altar montado y ya no por el altar en sí, que ha estado en la linea a la que nos vienen acostumbrando nuestros hermanos "capilleros", aunque en algunas cosas de las escritas en su artículo discrepe a titulo personal. Se ha hablado mas que nada por el lugar escogido para ello. La eterna esquina donde se encuentra Nuestra Señora de la Salud. La eterna incomprendida. De hecho hay una frase en dicho artículo, que ha sido la que me ha dado pie a escribir esta entrada, que desde hace muchos años ronda en la cabeza y ahora me ha parecido el momento oportuno para publicarla.

La frase escrita por Sergio Rosillo en su blog de los Capilleros dice tal que así: "...Si hay que poner alguna pega, que siempre la hay, es que esta vez no estabas junto a tu Hijo, pero no importa, nosotros sabemos que todo se hizo de la mejor manera posible, y trabajando. Poco a poco todos se irán dando cuenta de quién eres y cómo deben de tratarte..."

Sabemos, y eso no me lo va a negar nadie después de veintitrés años en esta cofradía, ya camino de veinticuatro, que desde siempre la imagen de Nuestra Señora no ha tenido la -digamoslo de manera suave- "acogida merecida" como Madre de la Iglesia que es, además de ser la Madre de Dios y de que todas las vírgenes son María Madre del Señor Jesucristo, tengan la advocación que tengan, y con esto que nadie se vaya a alarmar ni a alterarse, ni siquiera a tirarse de los pelos, porque es la pura y simple verdad. María Virgen no hay mas que una, la llamemos como queramos...

Si alguien tiene dudas de lo que estoy escribiendo y voy a escribir en esta entrada le pido solamente que si tiene oportunidad, hable con los hermanos que llevan en la hermandad pues eso, mas de veinte años y que asistieran a la llegada de la Madre que todo lo cura, allá por 1986. Y eso sí, que no haya estado con las idas y venidas. Y con las idas y venidas no me refiero al hermano que ha salido un año y otro no y después ha vuelto... o no... me refiero a los que se fueron para no volver, o a los que literalmente fueron expulsados y que fíjense las vueltas que da la vida, precisamente por algunas circunstancias en las que se encontraba como no, el tema mariano, tan manido en esta hermandad desde prácticamente su fundación.

Una guerra sin sentido, porque teológicamente hablando no lo tiene y que desde siempre, desde punto y hora en que por mediación de un cura y sacerdote salesiano, y viendo que no se ponían de acuerdo en el tema de la advocación mariana para la nueva titular de la Redención, cortó por lo sano y acordándose Don Rafael Soldevilla (q.e.p.d.) de la querida patrona de su pueblo Posadas en Córdoba, se acordó a regañadientes que nuestra titular mariana se llamara de igual manera que aquella gloriosa imagen cordobesa. Salud. Desde ese momento todo fue distinto, porque ya nada fue igual...

Desde que llegó la Señora, la eterna incomprendida, la Madre que reparte Salud en tardes de Jueves Santo, se colocó según se entraba a la iglesia, a la izquierda de la misma, en una humilde capilla construida por la propia cofradía con paneles barnizados y telas adamascadas en tonos rosas, y que nunca fue del agrado de la comunidad salesiana, ni de algunos sectores de la propia cofradía. Y no solo estoy hablando de la humilde capilla. Sino incluso de la imagen titular mariana de la corporación salesiana que reinaba en la misma. Recordemos a quien no lo quiera, que Ella llega en 1986 y en 1988 se marchan otros, precisamente algo tuvo que ver su llegada, y yo diría que mucho y bastante, lo que pasa es que como estamos dando el coñazo día si, y día también con el tema de la memoria histórica, no me voy a meter en camisas de once varas, por ahora. Es que sigue habiendo personas que pretenden hacernos olvidar cosas que pasaron y de las que pretendemos olvidarnos todos, mientras ellos apuntan con el dedo a otro sitio según les conviene, y eso no está bien. Por qué lo olvidamos todo, y todos... o mejor no sacar los temas a pasear.

Ahí, en su humilde y sencilla capilla estuvo bastantes años, aunque no muchos la verdad, porque si no recuerdo mal serían como mucho diez los años que pudimos contemplarla en dicha localización. Yo me casé en el año 1993, y el día que anuncie mi boda en noviembre de 1992 durante una misa de cultos de la hermandad, seguía estando la capilla de Nuestra Señora de la Salud. Tengo una foto junto a mi mujer y madre de mis hijos, que en cuanto encuentre os la subiré al blog.

La foto del Cristo de la Redención es del mismo día y ambos estuvieron aún unos años mas en estas capillas construidas con el mayor fervor y veneración posible, y siempre dentro de la humildad que ha caracterizado a esta hermandad. Lo que pasa es que una cosa es la humildad y otra muy distinta la maldad.

Siempre nuestros titulares han sido objeto de veneración por los cofrades de esta hermandad, entre los que yo me encuentro, y bien sabemos de los desprecios que hemos sufrido por Ella o hacia Ella. Fíjense si es así, que muchos nos decantamos mas en esos tiempos por la titular mariana, que por nuestro Señor, el Cristo de la Redención, ya que lo veíamos desde un primer momento totalmente admitido por la comunidad salesiana, por el barrio, y por algunos sectores de nuestra semana santa. Con esto jamás quiero decir, que se quiera mas a la Virgen que al Cristo, pues el amor hacia ambos es totalmente igual y paralelo. Lo que pasa es que siempre la balanza del cariño termina siempre cayendo hacia el lado del mas necesitado. He dicho bien, algunos nos decantamos hacía ese lado de la balanza. Otros sin embargo empezaron su lucha encarnecida contra una sagrada imagen titular de una hermandad de penitencia, que no fue de su agrado desde primer segundo y hora. Ni en su advocación ni en sus hechuras. Y terminaron marchándose expulsados de la cofradía. Pero esa lucha interna, dejo una huella palpable e imborrable que aún perdura hoy. No se puede perdonar sin olvidar, y aquí se perdonó, pero no se olvidó. A los hechos me remito, que fíjense si traen cola, que este año, María Santísima de la Salud, ha celebrado su día en un precioso altar, por supuesto precioso y muy bien trabajado, pero en el mismo rincón donde la veo todas las mañanas mientras celebran una corta misa antes de las 8 de la mañana. Es lo que tiene llevar tan temprano a los hijos al colegio salesiano, y pararme siempre que puedo, antes de marchar a trabajar. Una parada corta, pero intensa. Espero a que se termine la misa, y saludo al Señor y a Su Bendita Madre, a los que les pido que el día recién comenzado sea tan bueno, como el vivido ayer. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy...

Pero hablemos de su primitiva capilla. Os dejo fotografías para el recuerdo y la nostalgia, y para aquellos que no conocieron la capilla de la que os estoy hablando en esta entrada cargada de sentimientos y que cuesta de verdad escribir. En esta imagen, María del Carmen Rodríguez Viedma y Marisol López Galvez, esposa de Juan José Rodríguez Viedma, quien fue fundador de esta hermandad, Presidente del Cuerpo de Costaleros muchos años e incluso ha ocupado cargos de relevancia en diversas Juntas de Gobierno, como Mayordomo Mayor o Vice-Hermano Mayor. Ahora, en la actualidad pertenece al cuerpo de Mayordomía.

En esta imagen podemos apreciar que siempre hubo grupos de jóvenes en esta cofradía. Aparecen también Kika y Juan Rodríguez Alferez, fundadores de esta hermandad y padres de un joven que años mas tarde ha sido Pregonero Oficial de la Semana Santa de Granada. Alfonso Guerrero con chaqueta blanca junto a Pepe Caballero, a su lado su mujer Isabel y debajo con chandal rojo sus hijos José y Samuel Caballero. Al lado, Jesús Rodríguez Viedma, el pequeño de Juan y Kika. La chica que se observa abajo es Carolina Caballero. Justo en medio de la imagen un incombustible Miguel Hermida, al que la hermandad le debe tanto y tantas cosas, y que a día de hoy no ha sido homenajeado como el se merece.

En esta instantánea podéis observar a la cúpula del momento en que se realizó esta foto, entre ellos podemos observar a Manolo "El Sastre", Antonio, tesorero de la hermanda, Alfonso Suarez, quien fuera presidente del Granada C.F, a su lado José Manuel Rodríguez Viedma, junto a el Juan Luis Iañez, actual capataz del cristo, Jose Arcos, un joven Juan Carlos Jimenez, hasta el año pasado capataz del paso de palio, José Luís Saez Hidalgo (q.e.p.d.) Hermano Mayor en aquellos entonces, Antonio Alvarez, Antonio nuestro querido Monseñor, y un joven por aquel entonces Manuel Romero. Pero fijarse en la linea de abajo. Eduardo, costalero del palio, el único que ha salido ininterrumpidamente desde 1989, nuestro querido "edu-calendarios", porque siempre está con los días que quedan para que vuelva a salir la Señora a la calle, a su lado Jesús Viedma (hermano pequeño de Juanjo y de José Manuel, y de mi mujer María del Carmen) y al lado, mi hermano. Si, mi hermano Carlos Jesús Rodríguez Abuín. Si, mi hermano, que fue costalero del paso de palio de Nuestra Señora de la Salud.

En esta otra instantanea están las mujeres que en esos tiempos eran la Junta de el Cuerpo de Camareras de la Virgen. Doña Julia, tremenda mujer de una calidad humana enorme, una jovencísima Meli, María del Carmen Rodríguez Viedma, secretaria de la Hermandad en el último mandato de José Luis Saez y Secretaria de la Junta de Camareras, al lado su Madre, Dña. María del Carmen Viedma Fernández, junto a ella Encarnación Caballero, Camarera Mayor, a su lado la entrañable Maxi, y a su vera, la mujer de D. Alfonso Guerrero, Dña. Concepción Zurita. Vamos, las encargadas de ponerla guapa, siempre dentro de la humildad que ha caracterizado a esta cofradía al menos durante sus primeros años, ya que la escasez de recursos económicos siempre ha sido un gran acicate en nuestra cofradía. Se han hecho cosas, muchas, pero nos ha costado un mundo el hacerlas. Que le vamos a hacer, no somos una hermanad de 3000 hermanos ni tenemos mecenas que suelten el "maldito parné"...

Ahora, a la Señora, parece que se le intenta dar el protagonismo perdido, tras una restauración que yo voté el primero, porque bien sabía que en el fondo de esos nudos que atesora la madera, había mucho mas que lo que veíamos y hemos estado viendo durante tantos años. Y no me equivoqué. Creo que la acogida de la restauración-retalla, en general dentro del panorama cofrade de Granada ha sido buena. Pero seguimos jugando en casa, hablando en términos futbolísticos, totalmente a la contra. No me arrepiento de aquel cabildo, ni de aquel voto que mi mano vertiese en aquella caja de cartón, aunque me causa honda tristeza el saber que no volveré a contemplar el rostro que mis sueños acompañan desde 1986.

Pero bueno, en mi cabeza nunca se borrará ese rostro que Tú tenías y que ahora contemplamos simplemente embellecido y retocado. Pero aún habiendo sido retallada y calladas muchas bocas, no siempre todas, sigues en el mismo rincón. Cerca de la puerta, siempre cerca de la misma, como dándonos a entender que desde llegaste has estado mas cerca de la calle, que del mismísimo altar que te pertenece por ser Madre de Dios. O que menos que como en multitud de iglesias una capilla, por muy moderna que sea la parroquia, donde poder venerar mínimamente a la Madre del Señor, que es a la vez Madre Nuestra y de toda la Iglesia.

Desde que llegaste, a los que siempre creímos que era y venías a Tú casa, nos salió una muesca en el corazón llevamos todos los cofrades de Redención y Salud, como tanto gustan ahora en nombrar. Y esa muesca aún no ha sido subsanada, porque nadie parece querer arreglarlo del todo. Ahora, parece que estamos otra vez como al principio. La frase dejada por Sergio Rosillo en su blog, algo viene a decirnos entre lineas. Pero es que no hace falta que digas nada, Sergio. Mucho antes de que tu y los capilleros estuviesen en la Hermandad, otros ya sufrimos el escarnio de la desidia y el desprecio hacía Ella. No es nada nuevo, es tan solo algo, con lo que nos hemos acostumbrado a vivir. Es un tema que jamás se cerró, y que sigue abierto como hemos podido comprobar este fin de semana pasado. Hacía ya muchísimos años, que la Salud, al llegar su "fiesta externa" no estaba en el Altar, que es donde al menos le corresponde estar a la Madre, y que menos que en la celebración de su día. Pues bien, otra vez la mano que mece la cuna, la voz que retumba en nuestros corazones ordenó lo contrario, y lo que es peor y que no quiero saber, es... ¿quien dio esa orden?, ¿a que ha venido ahora, después de tantos años?, ¿y por qué se ha consentido nuevamente otro desprecio más hacía ella, por parte de la Junta de Gobierno?, ¿Por qué sigue arrinconada en ese rincón?... y si el caso es que no se va a volver a dejar montar altares, como los últimos a los que nos venían acostumbrando "los capilleros", porque una Madre tape a otra, ¿como es que no se dejó que se pusiera simplemente a Nuestra Señora de la Salud, como se ha hecho otras veces, en el Altar, bien a un lado, o bien en frente del pasillo central, de cara a sus cofrades, mientras se le oficia una misa en su honor?

Sin embargo el Señor de la Redención, el padre del abrazo eterno, bien que fue quitado de su primitiva localización y puesto en el altar mayor, donde ha estado colgado muchos años sobre un muro que cuanto menos era feo. Gracias a Dios se acometieron las tareas de adecentamiento del mismo altar. Pero... ¿¿y Ella??... ¿¿Alguien se acordó de Ella en esa reforma?? Definitivamente NO. Porque si se hubiesen acordado ya hubiesemos puesto los espartos de lo que sería ya a día de hoy, una capilla digna donde poder dar culto a nuestra Virgen de la Salud.

Han pasado muchas cosas, durante estos casi 24 años desde que está Ella con nosotros. Recuerdo estando en el colegio salesiano una mañana, que me llamó poderosamente la atención el ver como entraban y salían unos albañiles de la iglesia, en medio de una polvareda tremenda y un ruido ensordecedor de golpes y caída de cascotes. Y esto que estoy contando no me lo puede negar nadie, porque estaba yo solo. Estos señores, que hacían su trabajo, estaban tirando abajo uno de los laterales de la capilla de Nuestra Señora de la Salud, sin ni siquiera haber puesto unos plasticos o telas que no dañaran a la imagen o al altar en el que Ella se encontraba. Entré a la Iglesia y les dije que al menos podían a ver tapado con algo a la Imagen, o no haber empezado hasta que no se hubiese localizado a alguien de la hermandad. Pero no, su contestación fue escueta. "Nosotros estamos haciendo lo que nos han dicho "los curas". Que esta pared hay que tirarla abajo, porque vamos a poner unas ventanas con unas vidrieras de colores, y que dentro de poco habrá que desmontar "esto", pues en esa pared tambien hay que poner ventanas nuevas". Ante esto, imaginense la discusión que se formó en aquellos instantes. Quien me conozca, por poco que sea, sabrán que no me callé, ni mucho menos. Sigo igual, siempre he sido igual, para lo malo y para lo bueno. Lástima que no hubiese ni móviles con cámara, ni cámara digital en mano, aunque hubiese sido de las de carrete, porque imagínense el panorama.

Cascajo en los pies de la Virgen, y esparcido por todo el altar, el polvo impregnado en sus ropajes. De verguenza. Y de una pena gorda y honda. Empatía, deberíais de ponerse en el lugar de los demás, y muy de vez en cuando. Imaginarse cualquier cofrade que se precie, la escena y que fuese su titular mariana la agredida o despreciada. ".. dentro de poco habrá que desmontar "esto"..."

Después de la "discusión" con unos señores que simplemente eran unos "mandaos" llamé a Javier García Marina, hijo de Antonio Aguilera, el mismo que donó la cruz de taracea que no es otra que la Cruz de Guía de nuestra hermandad. Por aquellos entonces ambos seguían aún en la cofradía. Vino en cuanto pudo, y quedamos en llamar a José Antonio Paredes, periodista y que en aquellos entonces llevaba un programa cofrade en la radio. Esto había que hacerlo saber al mundo cofrade de Granada. Pero una vez más todo quedo en "agua de borrajas". Fíjense si pusieron ventanas a proposito, que no dejaron "ningún trozo de pared, donde poder hacerle a la Virgen de la Salud un minimo altar donde darle culto".

Y fíjense si esto fue tal y como les cuento, que hoy en día, aún sigue en su rincón, conforme se entra a la derecha de la iglesia de María Auxiliadora. ¿¿Quien tiene la culpa?? Todos aquellos que lo hemos consentido y no le hemos buscado solución. Incluso con el paso de los años, en el mismísimo Pregón Oficial de la Semana Santa 2008, José Manuel Rodríguez Viedma le dedicó estas sencillas palabras, pero cargadas de todo el dolor sufrido durante tantísimos años, solo por ser "de la salud"... y por haber cargado con ella a sus hombros cerca de veinte años. Algo creo que le dolerá, como me puede doler a mi y a tantos otros a los que se nos llena la boca con tan solo nombrar su advocación. Os dejo ese extracto:

- “... El Albayzín se ha hecho pañuelo con bordados encajillos de oraciones y plegarias… Todos se los lleva el río, penitente que te calza, con zapatillos cristalinos, hasta llevarte a Granada. Palios de Jueves Santo, de Madres destrozadas por la cruz y las espinas, que al llegar la madrugada, por todas las esquinas, ponen al hijo Divino que nació de sus entrañas. Y al llegar a la Carrera otra Virgen Soberana, pone crespón de negra seda, a la luna que la observa, sin acercarse a su cara. Madre de la Salud, desde Tus sendas salesianas, donde eres reina de reinas, por Tu auxilio consagrada. Eterna Madre que lloras, sin importar que Tus lágrimas, a veces caminen solas, como luciérnagas bordadas, que eligieron la sal de Tu rostro para hacerse filigrana, de bellezas doloridas que duermen en Tus pestañas. Hoy me luces distinta con otra belleza en Tu cara a pesar de ser la misma por otras manos tocada. Virgen de la Salud, eterna incomprendida bajo el azul de Tu palio. Granada te espera encendida, para hacer de Tu llanto alabanza, de su rezo el Ave María y de Tus ojos el mismo cielo, del desespero de quien te mira..."

Y no contento con esto, también tuvo unas palabras veladas hacia nuestro titular, el Santísimo Cristo de la Redención:

-"...En el Zaidín Cristo sobre la Cruz. Te apagas como lo hacen las lunas mordidas que ponen fin a las noches de primavera. Redención inesperada, de gentes que a Tu alrededor ponen la ofrenda del desconsuelo, entre el blanco sudario que te abarca los tobillos. ¡No estas muerto! Apenas la vida transcurre en tus ojos abiertos con igual debilidad que el rocío deja caer sobre la flor, el beso amargo de las mañanas. ¡No estás muerto! Porque aún nos queda un rezo al que poner verso de amor, en la cárcel negra de tus pestañas. ¡No estas muerto Redentor! Aún llevas fresca la flor que el mismo Genil regara. ¡No te puedes morir! Aunque sea el dolor de la muerte quien el clavo traspasara. Las manos benditas que tienes sobre paredes salesianas, a veces incomprendidas por aquellos que te guardan. ¡No te puedes morir! Que no hay en el cielo más muerte, que aquella que gime y que calla, mientras pones Tus benditos pies en las arterias de Granada.”

Solo hay que saber leer entre lineas, y ver lo que muchos no están queriendo ver, no se cual es el motivo. Bueno si que lo se, como lo sabemos desde hace muchísimo años. Y ahora, simplemente en la hermandad está pasando lo mismo de siempre. Es simplemente más de lo mismo.

Y otra cosa a los Capilleros y a los del Grupo Joven. En la hermandad siempre hubo "capilleros", aunque no denominado con este nombre, pues no había capillas. En la hermandad siempre hubo "grupo joven", porque jóvenes fueron sus fundadores. Y ahora solo está pasando lo que por naturaleza debe de pasar en cualquier cofradía. Un cambio generacional, simplemente eso. La personas que fuimos jóvenes hoy estamos casados la mayoría de nosotros y tenemos hijos, algunos de ellos, ligados a los estamentos mas jóvenes de esta hermandad. Y ni queremos compararnos con nadie, ni debemos de hacerlo. Nuestras obligaciones como padres o como cabezas de familia, nos llevan a dedicar el tiempo que poseemos a cosas a las que ustedes llegado el caso, tendrán también que hacerles frente.

Mientras disfruten ustedes de su juventud y de la fuerza y el tiempo que les permite su edad y sus obligaciones, y sean como son y lo que son, santo y seña de la Señora... que aquí estamos muchos para levantar la voz y la espada si hiciese falta y llegara el caso, para defenderos siempre... así que seguid con vuestra labor... pero nunca olvidéis dos cosas. Una, la humildad, y dos, que siempre hubo otros antes que ustedes, y que otros vendrán a sustituirles... porque es ley de vida.

Mirad, y esperando que no se moleste nadie, esta hermandad siempre ha tenido grupo joven, y digo bien, porque de hecho la fundan un grupo de jovenes. Siempre han sido los jovenes los que han tirado del carro en cultos, montajes, altares, misas, priostias, albacería, ensayos, comidas y fiestas (aún recuerdo la fiesta en la discoteca Krokis en 1988, que viejos nos hacemos casi sin darnos cuenta) salidas de fines de semana, viajes, visitas a otras hermandades, etc, etc,... siempre fue y será una hermandad de jovenes. ¿¿O acaso piensan ustedes que yo no he sido niño, que no hemos sido "jóvenes" nunca??

Yo también he sido "capillero sin capillas" como muchos otros más, y he montado altares y pasos como vosotros, y he preparado misas como vosotros, y he levantado tinglados y permanecido noches enteras sin dormir en medio de la calle, aunque la calle fuese el patio de la iglesia. Pero ¿¿que nos quereis contar, que ya no sepamos??... cuando muchos de ustedes van, muchos de nosotros ya hemos vuelto, y esto no es ni mejor ni peor, pero es simplemente la verdad. Por donde ustedes han pasado, ya hemos pisado muchos hermanos antes que ustedes, y por donde ustedes pisan ahora mismo, llegarán otros y pisarán el mismo camino que ustedes. Que conste que esto no es ni echar en cara ni reprochar nada a nadie. Vuestra labor es encomiable y digna de alabar. Pero que sepáis que después de mas de veintitrés años, la Virgen de la Salud, sigue siendo la eterna incomprendida y que eso es lo que debemos de cambiar entre todos.

Y el que calle cuando a la Madre se le falta el respeto y se le ofende, no puede querer a nadie en el mundo. Y el que otorga y consiente que a la Madre se le ningunee y se le desprecie, no puede querer a nadie en el mundo. Sed fuertes, Capilleros, pues sois un valor preciado en la Hermandad. No os arrugueis ante nada ni ante nadie. Solo postraros ante Ella y su Amanstísimo Hijo Jesucristo.

Esto escrito en esta entrada simplemente es "historia" de la Cofradía, que por cierto también sale en los Anales que publicó la cofradía a manos de D. Antonio Padial en su libro conmemorativo del XXV Aniversario, donde se han querido velar algunas cosas y suavizar otras pasando prácticamente de puntillas sobre ellas... y historia no hay mas que una, al igual que la Santísima Virgen, que no hay mas que una, y esa sigue siendo denostada y arrinconada en su propio rincón. Inmaculada y Siempre Virgen, pero en su humilde rincón... en el que lleva ya tantísimos años.

Dios te Salve Salud... eterna incomprendida...

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

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Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

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