Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

viernes, 7 de mayo de 2010

Hoy te veré, y te rendiré cuentas, Señor...



Hoy te veré... y te rendiré cuentas, Señor... como cada primer viernes de mes, mis pasos me guiarán hacia tu barrio, al compás de alguna marcha mentalmente trabajada... o de algún estribillo de carnavales silbado al viento...

Hoy se que te veré, Señor, como te veo cada vez que cierro los ojos y mi corazón late sin sentido alguno con más prisa que de costumbre. ¿¿Quizás sea el lazo que nos une aquel que yo descubrí ya hace tanto tiempo??...

Hoy se que te veré, y te miraré con los ojos de un niño que antes de ayer cumpliera 37 años... y que parece que no quiere aprender... ni falta que le hace...

Hoy te veré, y también me reencontraré con amigos y hermanos, a los que suelo ver como cada primer viernes de mes reunidos en torno a Ti, Jesús...

Hoy se que te veré, y te pediré una y mil veces por los míos, allá donde se encuentren en cada momento y lugar de esta vida que pasa inexorablemente de puntillas... casi sin hacer ruido...
Hoy se que te veré, pero también se que no veré a muchos de tus hermanos, aquellos a los que tan solo veo a la hora de los costales... a aquellos de pecho henchido entonando un Christi Passio que se les queda grande... y no los veré como no los suelo ver en otras ocasiones...

Señor... permiteme una pregunta... ¿¿cuantos primeros viernes de mes nos reunimos en torno a Tu Presencia Divina, Majestuosa y Celestial??... ¿¿Quizás nueve primeros viernes de nueve meses cofrades??...

Da igual, Señor... no me hace falta que me contestes... yo se tan solo que hoy si te veré... y seguiré viendo las mismas caras... unos viernes más, y unos viernes menos... pero más o menos siempre las mismas... pero también se que seguiré sin ver a tantos y tantos hermanos que solo se apuntan al carro al llegar la primavera, al llegar el sonido del llamador cercano a sus oidos y al formar el corro de tirame de la ropa que mira que bien la llevo puesta...

Ay, Señor !!... si supieran cuanto Tu los echas de menos... y perdóname a mi Señor,... porque no sabes Tu lo poquito de menos que los echo yo...

Ahora te veo Rey... más Rey que Reo...
Señor del Rescate, Padre y Muy Señor mío... Jesús de la Magdalena...

Con flores a María... de la Salud...


Mañana tenemos cultos en los Salesianos...
y es el mes de las Flores... Mayo...
así que tendremos que ir con Flores a María... de la Salud...

Decía la sevillana... hace ya bastantes años...

Quien dudó de tu belleza,
María de la Salud,
al verte hoy pasar
bajo de tu palio azul
rezando se echó a llorar...

Y debe de ser verdad... por qué ¿¿cuantos dudaron de tu belleza desde siempre??

Ahora que esos mismos te lleven flores... ¿¿no??...

Mañana te veo, Reina...

Entre dos ramas de olivo, la Cruz...

Entre dos ramas de olivo, la Cruz... y sobre la misma una corona de espinas. Negro luto, luto riguroso de Viernes Santo, entremezclado con el morado nazareno de antifaces y fajines... Jesús aun vivo, agoniza colgado del patibulum mientras apoya con pocas fuerzas ya sus extremidades inferiores sobre el stipes tratando de incorporar el cuerpo herido y masacrado, para coger un poco de aire... ¡¡ Tengo sed !!...

Los aromas de mitad del siglo pasado se entremezclan con el salitre y el sudor de los hombres que formaran la Orden Mercedaria, los cuales levantaran el templo del que solo se conservan en la actualidad la torre y la portada de la Iglesia. Viernes Santo... Iglesia de la Merced...

Sale a la calle la hermandad, y el Señor se nos presenta crucificado pero vivo aun... obra de José Ovando Merino y realizada en 1986... ¡¡ Tengo sed !!, implora el Reo de muerte... de Reo a Rey... Del Hijo del hombre a Cádiz...

La tarde cae silenciosa y el atardecer deja paso a la noche, noche templada del viernes santo gaditano. Jesús aparece por la plaza de las Canastas para enfilar Jesús de la Sentencia hacía San Francisco... no son ni las nueve de la noche... y Cádiz ve como el Señor se desvanece en su misterio de las Siete Palabras... ¡¡ Tengo sed !!... pronuncia la Quinta de ellas... y otra vez más... ¡¡ Tengo sed !!... ¡¡ Cádiz... tengo sed !!...

Pero la Sed del Señor es la espiritual, y va más allá de la fisiológica que sufren todos los crucificados... su sed es la de consumar el mas bello y puro acto de amor hacía sus semejantes. Se acuerda entonces todo Cádiz del pasaje de Jesús en el pozo de la Samaritana...

Viernes Santo en Cádiz... Las Siete Palabras llegan a la Plaza de Pio XII y se prepara para realizar su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral... y toda Cádiz tiene sed...


El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

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Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

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