Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

lunes, 25 de febrero de 2013

Si la dulzura tuviese nombre...

Si la dulzura tuviese un nombre, no me cabe duda de que ese sería el tuyo. Si la delicadeza tuvo rostro, no me cabe duda Señor, de que ese es el tuyo. Si los nombres con los que te llaman fuesen todos tuyos, a Ti te sobraba solamente con uno... Dios...

Pero debe de ser que se perdió Tu nombre. Un nombre tan dulce, como tu cara treintañera que nos quita tó el sentío. Puede ser que con los ecos de las bóvedas, de las cuales no sabemos ni quien fuera su director de obras, ni siquiera su tracista, se perdiese para siempre tu nombre... da igual, Señor, pues tanto monta, monta tanto, que al final tu nombre se debió de perder sin duda, como se perdieron los nombres de quienes firmaran la iglesia que te cobija. Y se perdió tu nombre, como se perdieron los años que pasaron prestos, raudos y veloces, entre el barroco, el gótico tardío y el estilo renacentista que te guardan y amparan, bajo gran espadaña que forma parte de la morada santa que te dio cobijo desde siempre... 

Si la dulzura tuviese nombre, no creo que hubiese nombre que igualase el tuyo, Señor. Quizás, tu nombre se perdió jugando al esconder, entre las columnas de ese patio mágico que marca un antes y un después de todo lo demás. Quizás tu nombre, subió esas escaleras anchas y esbeltas, que acogen a cientos de hombres buenos, en tardes de Domingo de Ramos... y se perdió para siempre...

Quizás fue eso, Señor... yo lo único que sé, es que te quedaste sin nombre como yo me quedé ya hace años sin abuela... 

Pero... ¿y que más da, Señor?... ¿acaso no es bonito, simplemente saber que ya la dulzura de tu mirada evoca las más bellas plegarias, y los más justos arrepentimientos?... ¿acaso no es tremendamente bonito, verte llegar siempre arriba entre tanta gente?... ¿que más me da Tu nombre, si yo te voy a seguir llamando Jesús?...

Jesús. El del rostro que si la dulzura tuviese nombre, no me cabe duda de que ese sería el tuyo. Jesús, sin mancha aun en las rodillas, por no haber orado todavía esa noche. Jesús de palangana de agua fresquita del avellano, sandalias descalzadas y toalla para enjuagar y secar tus santos pies, cansados de cuaresmas. Jesús, sin golpes en tu rostro, ni rapisma de envidias. Jesús, aun sin corona de espinos, que ya pá eso la lleva tu vecino. Jesús, sin lágrimas en tu rostro, pero el corazón afligido y en un puño retorcido, treinta veces, treinta...

Treinta pulsaciones sabiendo que va a pasar, y treinta pulsaciones esperando que no fuese verdad. Treinta minutos de charla y conversación, y treinta minutos de preparación para el Sacramento del Altar. El Cuerpo sin nombre, la sangre sin rostro. La vida sin apellidos, y mi vida sin nadie más a quien seguir, que excepto a Ti... 

Señor... no te hace falta nombre, ni advocación que se precie. Porque si la dulzura de un rostro, representa a Dios en el más bello acto de amor, ese rostro es el tuyo. Y para contemplarlo, ya estuvieron aquellos que como privilegiados asistieron a tu Santa y Sagrada Cena... solo doce comensales, como doce son las horas del día, las doce tribus de Israel, las doce estrellas de la mujer que simbolizara a los doce hijos de Jacob. Doce, como los doce ángeles que protegen las puertas celestiales. Doce, como son las doce puertas del gran muro de la Nueva Jerusalén. Doce, como los años en los que hablaste por primera vez en el Templo, a la edad de doce años. Doce, como las cestas de sobras que proporcionaste a los hambrientos tras la multiplicación de los panes y los peces. Doce, porque Israel es un doce perpétuo y perfecto, que suma un tres infinito, impar e inmortal, y que se hace presente cada Domingo de Ramos...

Tu dulce nombre, tu cuerpo y tu sangre... tres... tu, yo y eso que llamamos aleación, pero que es mucho más que eso. Tu; Dios Padre, Dios del Amor, Dios mismo, el Mismo Dios... tres, eterno. Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sacramentado... y no ya tan importante la consagración, si no la quebranza del trigo... quebrado el pan, quebrado su cuerpo... escanciada su sangre, y dada de beber a todos para salvación de este, y cualquier otro mundo...

Si la dulzura tuviese un nombre... no me cabe duda, de que ese sería el tuyo... pero si no tienes nombre, por eso más que nunca, eres el Misterio de los Misterios... 


Fotografía extraída del Blog de Raul Sanchez Sanchez - La Luz del Guardabrisas
Hermano del Dulce Nombre de Jesús - Cofradía de la Cañilla

viernes, 22 de febrero de 2013

Siempre cuesta...

Siempre cuesta... 

Hablar de lo de uno mismo, siempre cuesta. Muchísimo. Más de lo que uno se cree. Y hay veces que se lanza al abismo del negro sobre blanco, sin pensar siquiera en lo que eso pueda deparar. Ya sea para bien, o para mal. Y aunque sepas ya de antemano, que la mayoría de las veces puede que sea contraproducente, te puede más la valentía y quizás la osadía o temeridad, de hablar de lo que es de uno, porque así uno mismo lo siente. Profundo. Latente. Sangrante...

Y eso me pasa (me ha pasado y me pasará), con lo que yo siempre sentí como mío (no en propiedad, válgame Dios). Esa querencia que se amasa con el paso de los años, con el paso de los calendarios tachados, no es más que el sentir sincero y martilleante, que hace mella días tras día en el arcón donde se guardan los hábitos a veces ya dormidos. Mi hermandad...



He salido en muchas cofradías y hermandades. Como costalero en sus pasos (Redención, Salud, Paz, Santa Cena, Sentencia, Maravillas, Rescate, Soledad de Santana, Favores, etc)... Como nazareno penitente en Redención y Rescate. Como músico (desde 1987 a 2003 en infinidad de Hermandades de Granada, provincia y resto de Andalucía). Como simpatizante acompañando regresos de amigos que llevaban su fe a las calles y la plasmaban tras regueros de luz y bajo petalás de devoción a sus imágenes titulares. Como hermano de acera, a pie de calle viendo el transitar de hermandades y cofradías en las que expresan su fe de la mejor manera que saben, amigos y conocidos... etc, etc, etc...

Pero por mucho que haya vivido, de bueno y de malo... en unas con mejores sensaciones que en otras,... en otras con mejores momentos que en muchas de algunas,... siempre cuesta,... siempre cuesta escribir, cuando decides escribir de la tuya...

Y llegas a la conclusión, de que uno no tiene más hermandad que donde echa los dientes, y deja las asauras, aunque le duela. Uno no tiene más querencia que a la que le dio de mamar, hablando en cofrade, aunque le duela. Uno no se contenta con cualquier cosa por mucho mejor que lo hagan en otros lares conmigo y se porten de categoría (normalmente no se por qué extraña razón, a uno lo suelen tratar siempre mejor fuera de su casa), y por eso y estas miles de cosas más, que no voy a enumerar una por una... siempre cuesta hablar de la que te duele,... y es que la que le duele de verdad... uno sabe siempre cual es...

Y al final, aunque sea como viene siendo de un tiempo a esta parte, desde ese lugar que yo mismo me he adjudicado para mi, y desde el que año tras año veo partir "mi cofradía" hacía Granada para repartir Redención y Salud a manos llenas, me digo siempre lo mismo... ¿¿¿para qué???... ¿¿¿por qué te mortificas, año tras año, jueves tras jueves, vida tras vida???...


Por qué no apartas el dolor que te causa???... por qué no te tomas las cosas de otras maneras???... por qué este pellizco hondo, hiriente y siempre sangrante, de herida fresca siempre y abierta en canal de par en par, sabiendo que siempre habrá alguien que venga a meter el dedo en la llaga, a ver si terminas de retorcerte de dolor, mueres, o al menos desapareces???...

No lo sé. Pero no va conmigo, el callar lo que pienso, creo y considero que está mal. Soy quien soy. Soy como soy. Y creo que ya cercano, muy cercano a los cuarenta, no me gustaría cambiar. Y esta mañana, pues como siempre, intentando saber y estar lo más informado que puedo de lo que pasa en la cofradía que uno siente como suya (aun sin serlo jamás en propiedad), me encuentro con esta foto que os dejo más abajo. Y esa foto, para mi, dice mucho de lo que llevo sintiendo año tras año, y que a este paso, perderé toda esperanza de que el dolor mengüe, se calme, o quizás algún día, por fin desaparezca...

No se quien es la cabeza de las ideas brillantes. No se quien es el ideologo al que se le pasan estas cosas por la cabeza, las ejecuta y se queda mas ancho que pancho. No se a quien se le ocurrió celebrar una festividad, sin que esté presente realmente a quien se festeja. Es como ha dicho alguien esta mañana, y al que no voy a nombrar en el blog por no meter a nadie más en la pomada, que para pomada ya me valgo y me sobro yo solito, como siempre... y esta persona me ha comentado, literalmente: "Hermano. Es como si en tu cumpleaños, te cantan lo de Feliz Cumpleaños,... pero de espaldas a ti. En fin. Una más"...


Y como he dicho al principio de esta entrada de hoy, aunque sabiendo que el dolor no remitirá, si no que se agudizará por estar en campaña cuaresmera (esa en la que aparecen todos los cofrades, los a veces nombrados, y también los innombrables), y aun sabiendo que estamos en estas fechas, no puedo (por que es y puede más el dolor, la rabia y la indignación) dejar de dejar constancia en mi blog, de lo que yo considero una falta grave, gravísima de respeto, de las formas, de los protocolos y del más simple, puro y estricto sentido cofrade, al menos hacía una titular mariana... la de uno. La de su Cofradía o Hermandad...

Dejo la foto, no antes sin decir, que esta misma imagen está extraída de la web de la propia cofradía. Ni nadie me la pasó, ni nadie me la mandó Ahí está, en la sección del blog de la hermandad salesiana. Y bajo el título de Festividad de Nuestra Señora de la Salud 2013... 

Y hay algo en esta instantánea que a mi me dice mucho. Bueno, en realidad, me dice lo mismo de siempre. Que no se hacen las cosas bien, o al menos, como debiesen de hacerse. Que no hay nadie que sacie de cordura a los que se creen en el poder absoluto y en la tenencia firme y garante que les da el saberlo todo y hacerlo todo bien... y me dice una cosa que aun me duele más. Y es, que mientras todos "festejan la festividad de Nuestra señora de la Salud"... Ella, la más bendita de las mujeres que me diese de mamar para que mis dientes de leche cofrade, se convirtiesen en afilados colmillos de este lobo ya cansado, aunque de feroz aun le queden restos... Ella, la Madre de todas las Madres... La Realeza sublime de una Salesiana Mariana... está allí al fondo, sola. En su flamante nueva capilla, pero sola. Cambiada de rincón, pero sola. Siempre más cerca de la puerta, que de los corazones de los que le cantan feliz en tu día, y todo eso, mientras están todos de espaldas a TI... osea, SOLA... y por mucho que os guste vestirla, moverla, ponerla aquí, ahora ponerla allá, retocarla, hacerle fotos, mirarla, contemplarla, sacarle defectos a sus rostrillos y a sus vestimentas, jugar a ser cofrades, pasarse horas dándose golpes de pecho de salesiano, redentor y ser más de la Salud que los médicos de residencia y demás gilipolleces varias, que todas tienen cabida en este juego de tronos mal llamado "Las Cofradías"... a mi no me quita nadie de la cabeza esta mañana, que una mijita de humildad, de sentido común y de querer hacer las cosas "medianamente bien", os falta... y si nadie lo ve, mas aun me preocupa... porque donde todos actúan sin rechistar y nadie levanta la voz para decir que "a lo mejor no es así"... mal vamos... 

Ya lo dijo en su tiempo Don Rafael Soldevilla Hidalgo (qepd), Consiliario que fuese de esta "mi hermandad": "...Quiero hermanos en la cofradía, que me digan donde me equivoco. Que nos digan donde nos equivocamos. Que tengan puntos de vista distintos aunque sean distantes, siempre y cuando sean para el bien de la Cofradía. No quiero borregos, que estén y se conformen simplemente, con lo que diga un hermano mayor u otro. Una junta de gobierno, u otra. Por que si aborregados hacemos caso solamente al decir y sentir de una persona, o de una junta... mal vamos... muy mal vamos..."...

En fin, Salud de mi alma... que todo esto que "nos pasa a ambos dos"... tampoco nos viene de grande, ni es de extrañar... ¿a que no?... 


Pero no te preocupes, Salud... que tu no estás sola... así que dame la mano... 

viernes, 15 de febrero de 2013

Otra vez estamos a quince...


Justo a mitá de mé... o como se debiese de escribir bien, para que más de uno lo comprenda. Justo a mitad de mes. Y eso no es otra cosa que el día 15. Aunque en Febrero no es del todo cierto. Pero es quince, y el quince, va a estar dedicado durante todo el año a Ella... se lo dedico a Ella. El 15. Día que pertenece y pertenecerá durante todo este año dos mil trece, a la niña bonita. A la mía. A la que cuido y protejo. A la que guarda mi casa, y la llena por completo. La primera que veo al entrar en mi hogar, y la última que veo al salir cuando me santiguo en la puerta pidiéndole tan solo volver...

Ella. La que me nutre de responsabilidad. La que me permite seguir poniendo sonrisas en la comisura de mis labios, y en las de los demás. La que me da aliento suficiente para que nunca decaiga. La que añoro cada día, porque amar es eso. La que hecho en falta a cada segundo, a cada instante. En cada suspiro y en cada pestañear de estos ojos, a veces ya tan cansados. Ella... A la que venero, amo y siento. La que me da la vida, lo mismo que me la quita. Ella. Siempre Ella... Mi niña bonita... María Santísima de la Salud... Salesiana, Zaidinera, Granaina por los cuatro costaos... Reina de todo un colegio, y Madre de todas las Madres de las Madres y Abuelas que nos parieron costaleros de Ella... Soberana Majestad de los cielos azules como su manto y su techo de palio, siempre cuajadito de estrellas que no son más que los que ya nos faltan...

No te digo ná, y te lo digo tó,... Señora de mi vida... 


miércoles, 13 de febrero de 2013

Y llegó...

Y llegó... como lo hace siempre... avisando días antes, con ese frío que te acaricia la cara, congelando la punta de la nariz al llegar a Plaza Nueva... o "plazanueva", que es más de aquí. Más de Graná...

Y llegó... como lo hace siempre... cansada de meses que ya quedaron en el olvido, para despertar justo antes de poner la mesa y mantel. Abandonada y escondida. A la deriva de los pensamientos que nos llevaron por chicotás soñadas y que se convirtieron en realidad con el esfuerzo de los hombres buenos... ¡¡¡Así na má!!!... y a la verdad... 

Y llegó... porque siempre llega, y no solo en Sevilla se la espera!!!... esto no tiene ciudades ni mapas. O se tiene o no se sabe bien lo que es. O se vive y te quema el pecho, o no te sirve para nada. O te envuelve en sensaciones que parecían dormidas, pero que despiertan con brío abrochando el velo de las madrugadas,... o mejor quedarse en casa, pensando si realmente alguna vez supiste de que estábamos hablando...

Y llegó... y lo envuelve todo con colores y olores especiales y únicos. Que se sienten con otra predisposición. Ya estamos puestos!!!... y a la espera de que el martillo ronco y sonoro, haga el resto...

Yo solo sé, que cuando llega la cuaresma, muchos salen a los tablaos cofrades con sus pancartas reivindicativas de ser cofrade de pulso y púa .. y que lástima que tengan que esperar a vivir en 40 días, lo que yo llevo viviendo en toda una vida... 365 días al año...

Felicidades a los cofrades, por que ya llegó... Ya estamos en cuaresma, por fin... 40 días de diluvio cofrade... 40 días de desierto plagado de actos. 40 días de aglomeraciones de carteles, pregones y un sinfín de protocolarios teatricos que han de hacerse en apenas cinco semanas y media... 40 días para ver a "tus hermanos", esos que por lo visto el resto del año... en fin...

Pero felicitemosnos, por que llegó... llegó por fin, la que tanto es ansiada durante las restantes equis marcadas en ajados calendarios, colgados en los más insospechados y recónditos lugares... y como dicen que la cuaresma comienza oficialmente el miércoles de ceniza (que casualidad que es precisamente hoy), y nos cuentan los eruditos en la materia, que termina justo antes de la Cena del Señor, yo os dejo esta mañana esta entrada, para ir retomando poco a poco el blog, no si antes preguntarme...


Cuando llega el Señor de la Cena todo termina???... o es cuando todo comienza???... 

La eterna duda... el eterno dilema... el Alfa y la Omega de todo, y de nada... pero que bonito es ser nada, Señor, cuando en tó lo alto llevamos al TODO... 


El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

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Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

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