Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

viernes, 30 de marzo de 2012

Y me siguen llevando a Ti...

Hace prácticamente un año escribía una entrada en este blog. Hoy, sigo fiel a lo que escribí en su momento. Y por mucho que cambien la dirección de donde provienen las esquirlas que se clavan en mi alma día tras día, nada ni nadie me hará cambiar. Porque hay calles que siempre me llevan a Ti. Y aunque siguen siendo extrañas las maneras en las que lo hacen, y a pesar de los latigazos que recorren de punta a cabo mi cuerpo y mi alma con cada palpitar de mi corazón, a mi me saben más a victoria que a derrota. Aun sigo en pie. Aquí estoy, Señor. Aun tengo constancia de todas las veces que me he caído. Pero siempre fui de los que pensó "que a un tumbao, ya no hay quien lo tumbe"... y por eso, me levanto, planto rodilla en tierra, y apoyo mi mano sobre ella para ayudarme a mi mismo a levantar el peso de lo que quede aun de mi... porque siempre fue así...


Y sí, Señor. Tus calles aun siendo extrañas, siempre me dejaron la bendita sensación de estar como en casa. Se de donde vengo, mejor que nadie. Y se donde quiero ir, o al menos eso intento. Con mis miedos, mis dudas, mis angustias y mis dolores (a las que felicito en el día de hoy, a aquellas que en esta fecha celebren su onomástica), con mi ira humana y mi desazón marchita. Con la poquita ilusión que te dejan, o con la mucha con la que yo vivo las cosas.

Que seguiré pensando firmemente, que mi cielo azul del mediodía, también se convierte muchas veces de buenas a primeras en noche cerrada, oscura, fría e inerte. Muda, como tus calles al llegar la madrugá. Esas mismas calles mudas, a las que solo unos pocos le damos vida un puñado de lunes al año, bajo una parihuela también fría, inerte y de negro metal azabache. Y así son tus calles, esas que te dejan casi todos los días la misma sensación. Calles distintas siendo las mismas. Calles extrañas, siendo familiares. Calles de amores y de odios, tan parejos como verdaderos. Calles altaneras y orgullosas del pasado que las pisó, del presente de quienes las pisamos, y esperanzadas con el futuro que las pisará hasta reventar tus calles y las aceras... pisa fuerte la calle, siempre... y no dejes nunca de hacerlo, vida mía, y mi vida contigo así las pisará...

No cambiaré. Total... ¿para qué?... Si acaso, seré mejor. Incompleto en muchas cosas, pero rebosante de tantas otras. Y aunque al pisar cualquiera de las calles que siempre me lleven a Ti, a mis oídos vuelva ese ruin zumbido de quienes no hacen otra cosa que hacerme más fuerte, yo seguiré sonriendo. Siempre. Caminaré por tus calles al son de mi mejor sonrisa. Por que no cambio ni uno solo de los instantes y momentos en que dejé que todo esto fuese así... y en los que me dejé llevar por tus calles, las cuales siempre me terminaron llevando a Ti... siempre...



Y esta tarde-noche. No será distinta de otros Viernes de Dolores. Al final de mi jornada, Tu seguirás estando donde siempre estás. Y yo estaré, donde por lo visto ahora tengo que estar, o me toca. A verte iré, y con buena compaña. Este año, por primera vez mi hijo pequeño, Jesús, (que bonito nombre para un niño de pelo largo), será el que acompañe en esta ocasión a este pobre diablo, al que esta noche le faltará la compañía y sonrisa de la persona más grande de alma y corazón que conozco. Mi otro hijo, Francisco. El ha decidido no venir con su padre un Viernes de Dolores más, como llevaba ya haciendo algunos años. Y así será. Aun con dolor, no me queda otra que respetar su decisión y acatarla, por que es lo que único que me queda. Y aunque no la comparta, no puedo más que intentar asimilar y ponerme en el lugar de quien tanto dolor y tanto daño debió de sentir en su joven y alocado corazón, que empezaba pronto a descubrir, y de que maneras, lo que es sentirse "Rescatado"... y de un plumazo, perdió la sensación, perdió el norte, el rumbo, el punto de apoyo, y se derrumbó. Desde entonces, bien sabes Tu, que no es el mismo. Que a su corazón dolido y dañado, esa puñalada le hirió profundamente. Aun así, te pido Señor, que lo comprendas... es joven... y lo comprendo perfectamente, pues a mi también me pasó en su momento... y aun hoy, a pesar de la experiencia y los años, me sigue pasando... será porque siempre fui de vivir las cosas con "passion"... y a pesar de los pesares, me da mi que así seguiré siendo...



No lo sé, Señor de la Divina templanza. No lo sé. Pero esta tarde, cuando te vea aparecer entre nubes de incienso y me falte mi hijo a mi vera, sabré entonces que es lo que se siente. Así que dame fuerzas para soportarlo. Y dame paciencia para sobrellevar un lunes al año sin Ti, y sin él. Solo la tremenda sonrisa contagiosa de mi pequeño Jesús, será la que me saque esta tarde-noche de tanta calamidad y abismo, e intente hacerme olvidar la falta de quien faltará este año a la cita, por propia y convencida decisión. Solo él, mi pequeñajo de amplias sonrisas en las comisuras de sus labios, será el punto de apoyo donde sustentarme al verte pasar. Humillado, herido, absorto en tu destino final, que tu ya sabes, sabías y sabrás. Tu mirada serena y plagada de humildad y sabiduría eterna y ancestral, hará el resto. Ahora mismo, no te puedo decir, que sentiré, que pasará, que será de mi... no lo sé, Dulce Jesús del Rescate. Por eso y como dice el soniquete grabado a fuego en mi alma "yo te pido por tu Amor, que ése Amor tuyo me mate, antes de serte traidor. Que si en mí traición cupiera, par quien murió por mí, mil veces más me valiera morir donde y como quiera, que separarme de Ti... ¿Vivir si ti?... que locura..."


... y por todo esto, y porque sé, que al final todas las calle me siguen llevando a Ti,  solo te pido, y así lo haré cuando de nuevo te vea esta tarde, que no te apartes de mi Francisco, ni lo dejes apartarse de Ti. Que no dejes que te olvide, por cosas que no son de él. Que no lo abandones, Señor. Por que sé, cuanto te quiere, y los porqués de sus decisiones tal vez no pensadas con la suficiente claridad que da la templanza y la frialdad con la que deben de verse algunas cosas con el paso de los días, las semanas, los meses y los años. Ese ímpetu y fuerza en su Amor por Ti, y esa juventud, lo ciegan y no le dejan ver más allá del dolor y de Tu falta... y aunque no puedo hacer otra cosa que estar a su lado e intentar que todo esto pase, y cuanto antes mejor, yo te pido, Señor, que no se lo tengas en cuenta. Que es dolor lo que siente y no temor. Que es el desánimo lo que en él manda, y no traición. Que es nublada la vista y anda ciego el corazón. Que por todo eso, lo perdones, Señor... 

Por que si él no va, ni me acompaña a verte esta noche, mucho más lo siento yo... mucho más, lo siento yo...

sábado, 24 de marzo de 2012

Hay cosas que no cambian...

Hay cosas que no cambian. Y muchas otras que es mejor dejarlas tal cual están, y por lo visto son, fueron y serán. Yo, creo que soy una de esas cosas. Y hay cosas que llevo haciendo desde que tengo trece años. Ni uno más, y ni uno menos... siempre fui el mismo, y siempre lo seré. Nada ni nadie me hará cambiar. Soy tal cual soy. No se puede agradar a todo el mundo, y eso es algo que ya tengo más que asumido, aunque me haya costado tanto como me ha costado, con el paso de todos estos años. Y a veces, uno se para y piensa seriamente, si uno tiene lo que se merece. O no...

La verdad, es que como os he dicho, hay cosas que no cambian. Y en realidad, ¿¿¿para que cambiar lo que uno siente y cree como bueno, como placentero, como verdad, como forma de ser y de sentir, y porqué no, como forma y manera de vivir???. Formas y maneras que me han hecho ser lo que soy, porque así siempre lo quise. No busqué más que lo mejor para quien andase a mi lado. No busqué más, que sonreír a la vida de maneras distintas, aun sabiendo que el chaparrón y las nubes grises en el cielo, a más de uno les hacían ver las cosas de distintas maneras a las mías. Ya lo he dicho, no se puede agradar a todo el mundo... y no es que lo sienta. Es que es así.

Aun así, seguiré en mi empeño de ser quien soy... y quien quiero ser. De mostrarme tal y como soy... y siempre fui. Y no dejaré de decirle a todo el mundo donde eché los dientes, donde comencé a caminar por aquellos senderos de luz iluminados por capirotes de raso azul, y a la vera de donde me llevé las primeras puñaladas, en este corazón que va camino de los cuarenta, sin apenas darse cuenta de que los años pasan para todos. No me esconderé, pues nunca lo hice. Soy quien soy... "áhyh ashr áhyh"... 

Por eso y porque un simple mensaje llegado esta madrugada a mi cuenta de correo me ha hecho temblar una vez más, los cimientos donde se aposentan desde ya hace mucho tiempo, mis creencias, mis devociones, mis alegrías y mis penas, mis logros y mis derrotas, mis ansias de ser mejor y de hacer mejores a los que de siempre me quise rodear. Por eso y por miles de cosas que me acompañan desde los trece años, y que ya quedarán para mi, seguiré siendo fiel a mis principios, a mis costumbres, a mis maneras, y a mi forma de entender lo que para mi significa y es mi Hermandad de "Los Salesianos"... y lo que es, ha sido y será, El Santísimo Cristo de la Redención para este que os escribe...

Y ahora, permitan que me dirija a El.... Siempre me acerqué, me acerco y me acercaré a Ti, con el corazón temblando, y el pecho abierto de par en par. Con un beso siempre preparado y alojado en las comisuras de mis labios, y que guardo siempre para Ti, aunque tantas y tantas veces no te lo pueda dar. Y sin reservas sabes, que siempre me acerqué a tu altar o a tu añorada capilla coqueta de reja forjada. Y te acaricié los pies, fríos e inertes, con la dulzura de quien acaricia a aquellos que más quiere. Con el suave tacto de mi piel en tu piel, se me quitaron todas las hirientes y agudas punzadas que mi corazón tal vez algún día sintió. Equivocadas o no... buscadas, encontradas, queridas, merecidas, peleadas, discutidas, inmerecidas, asumidas, rumiadas, abandonadas, sin derecho, envidiosas, crueles,... o no...

Y por eso, y porque hay cosas que no cambian, yo lo seguiré haciendo. Me acercaré como siempre. Me aferraré a mi Fe y a Ti, como el naufrago que se aferra a un trozo de madera a la deriva, para que le sirva de balsa y tabla de "salvación". Y besaré tus pies tres veces y con mi mano te acaricio, mientras te cuento todo lo que Tu ya sabes de antemano. Como toda la vida. Pero también, y Tu lo sabes, siempre esperaré a que seas descendido de las alturas de donde te puedo ver el resto del año, para que pueda besar tu costado. Esa quinta llaga impar, que me lleva directa a Tu corazón y que yo hago mío, aunque solo sea una sola vez al año. Lo seguiré haciendo. Porque soy así y siempre lo he hecho, lo hice y lo haré. No me quites jamás el privilegio de poder besar año tras año tu costado, Señor de la Redención... hasta el último de mis días...

Pues hay cosas que es mejor dejarlas tal cual están, y por lo visto son, fueron y serán. Yo, creo que soy una de esas cosas. Y hay cosas que llevo haciendo desde que tengo trece años. Ni uno más, y ni uno menos... siempre fui el mismo, y siempre lo seré. Nada ni nadie me hará cambiar. Soy tal cual soy. No se puede agradar a todo el mundo, y eso es algo que ya tengo más que asumido, aunque me haya costado tanto como me ha costado, con el paso de todos estos años. Y a veces, uno se para y piensa seriamente, si uno tiene lo que se merece. O no...


En este beso, inmortalizado por la oportuna lente y el obturador de la cámara de José Velasco, al que le agradezco profundamente esta foto, va todo mi Amor y mi siempre sincera petición de Salud para todos aquellos que la necesiten, y sobre todo, para aquellos que siempre quise, quiero y querré...

Señor de la Redención... que así sea. Amén...

Pd: Y para mi... bueno tu ya sabes... "áhyh ashr áhyh"... Soy quien Soy... y eso nunca cambiará...

miércoles, 21 de marzo de 2012

Salesianos... La recta final...


Salesianos encara la recta final, de cara a la Semana Santa 2012

Jueves 22 de marzo. 19:30h. 
1º Día Triduo Cuaresmal. A su finalización se procederá al Descendimiento del Santísimo Cristo de la Redención.


Viernes 23 de marzo. 19:30h. 
2º Día Triduo Cuaresmal. A su finalización se realizará un Vía Crucis por las calles aledañas al Colegio Salesiano.


Sábado 24 de marzo. 19:30h. 
3º Día Triduo Cuaresmal. Durante la celebración se bendecirán los nuevos enseres que lucirá este año la hermandad.


Domingo 25 de marzo. 13:00h. 
Función Principal de Instituto. Durante la misma se impondrán las medallas a los nuevos hermanos que lo deseen.

 

martes, 20 de marzo de 2012

De vez en cuando, Silencio...


Os dejo el artículo que me solicitaron para esta cuaresma y que ya ha salido publicado en el Boletín Divina Misericordia 2012, de la Hdad. del Silencio - Granada. 

 
De vez en cuando, Silencio…

Ante quien siempre me debo de callar,
ya sea ante su paso… o delante de su guión...

Ante la misericordia infinita de un Cristo, crucificado sobre taracea...
Ante la penumbra de mi alma y el silencio de sus noches...
Ante El, y solo ante El... bendita efigie divina y devocional...
Ante el Amor infinito, la Luz del mundo, y la Vida…
Señor, Salvación de vivos y muertos. Divino Redentor…

Ante quien siempre me debo de callar,
ya sea ante su paso… o delante de su guión...

De vez en cuando, Señor, me escapo a verte. Busco un hueco, o lo intento, en este trajín de vida sin reposo y sin descanso, que nos estresa y nos desespera a partes iguales. -"Esta la cosa chunga, Padre mío, y si me paro, se me va la Vida…"…

Que no daría yo por poder visitarte más a menudo. Y cuando no puedo, no te creas que no te busco en las sombras, aquellas que la penumbra me deja ver en noches oscuras y en calma. Que no daría yo, por dejar pasar las horas muertas a tu muerta vera, sin prestarle atención alguna a las manecillas incansables de un reloj que nunca llevo, pero que sé a ciencia cierta, que no paran de dar vueltas y vueltas… y más vueltas…

Sentarme a tu vera un ratico, por el simple hecho de sentarme, para la mayoría de las veces no decir nada. Simplemente notar el espeso silencio de tu muerte serena, tu bondad infinita y tus carnes frías e inertes que cuelgan de un madero de manera gratuita, para la salvación de todos los que seguimos crucificándote a diario.

Daría mucho más de lo que muchos puedan estar ahora mismo pensando, por parar el tiempo en esos instantes en los que uno se siente verdaderamente en paz, tranquilo, sosegado, intentando no hacer frente a las afrentas que contra ti claman los ultradefensores de la concordia, el respeto, la tolerancia y la laicidad penosa de esta sociedad nueva y que no sabe a qué juega, ni a donde va.

Que no daría yo, por pasar las horas que me puedan quedar al día, sentado a tu verita, perdonando a quien nos juzga pero no nos perdona, e intentando comprender que se haga siempre tu voluntad, sobre todo aquí en la tierra. Porque ya tendré tiempo de comprobar cómo se hace allá, en el cielo.


Poder parar el tiempo tan solo unos momentos, para seguir reconociendo, que no nos falta gracias a Ti el pan nuestro de cada día, convertido en el mejor de los "misterios" de cuantos misterios yo pueda conocer.

Intentando ser objetivo y franco, primero conmigo mismo, y después con los demás, aunque eso a veces duela, y no sabéis de que formas y maneras. Un solo instante a tu lado, nos puede cambiar la vida y las maneras de pensar. Incluso las de respirar, de latir, de sentir y hasta de andar. Nos puede cambiar las hechuras del alma, lijando asperezas donde las haya, y afilando esquinas ya maltrechas para sacarle punta a nuestros pensamientos, nuestra fe, y nuestras creencias. Un rato de charla intensa, mística y placentera contigo, tengo que reconocer que me ensancha el alma y me regocija en el corazón.

Me entristece el estar sentado a tu vera y no poder hacer más nada que contemplarte en silencio, pero he de reconocer que también me alegra esta situación a partes iguales. Tristeza. Y alegría. Provocas sentimientos en mí, que pocas cosas más hacen que salten esos resortes a veces mal engrasados y que chirrían infinidad de veces cuando los goznes de nuestras junturas envejecen con cada paso que damos… y con cada error que cometemos. Pobres humanos que al fin y al cabo es lo que somos…

Señor... qué bonito es tu silencio, y cuanto respeto me inflige el estar a tu vera, por haber pecado, o producirte un daño o una ofensa con mis actos. Tú que estás en los cielos, ¿¿cómo te noto tan cerca??... Tú que eres Santo y Seña, ¿¿cómo es que llevas por corona un espino que se nos clava en la retina y nos araña la sangre??... Tú que eres Rey de Reyes, ¿¿qué haces colgado inerte de un madero ornamental, al que en Granada llamamos “taracea”??...

No lo entiendo. De verdad que muchas veces no lo entiendo. Y por eso, de vez en cuando te busco... y te hago mil preguntas en silencio, o simplemente callo y me quedo siempre como siempre,… en silencio... y es que no hay nada más bello, que el silencio de tu muerte generosa para regocijo de quienes te amamos, y para el pesar de cuantos no queriéndote, y que reniegan abiertamente de Ti, qué casualidad que te tienen siempre en la boca...

Señor, cuan grande eres, Misericordia bendita. Que hasta muerto en la cruz, provocas la ira de unos, y el remordimiento ancestral de los otros... y todo eso en silencio. En el mayor y más respetuoso de los silencios... y es que como ya he escuchado y leído alguna vez a un "amigo" que bien sabe de Ti, y de los tuyos... ante Ti, solo hay que hacer una cosa... callarse. Callarse y disfrutar de tus silencios…

 

Silencios... qué bonitos son tus silencios, Padre mío. Que tremenda la oscuridad de la noche que nos envuelve y nos da paso a otra que seguro que está por venir, y que llamaremos siempre “la siguiente”. Siempre es de noche, al menos para mí. La luna no existe. Solo existen los silencios. Al amparo de las sombras busco refugio y perdón para mi condena y los pecados que me llevaron a ella. No se encuentran las palabras ante tu muerte tan fría y tan repentina…

Anoche, en el cenáculo de los misterios nos dejabas tu legado de Hombre y de Dios, convertido en pan y vino. Y hoy... hoy te encuentras colgado como la ropa vieja y usada, desamparado al viento, la lluvia o la escarcha de estas madrugadas que arrecian en nuestra ciudad. Malherido, como un león acorralado por tantas hienas. Desangrado, como el cordero que en pascua gritaron las escrituras. Inerte, como la roca que es fría y no da calor. Y en silencio... en el más profundo y constante silencio...

En el más profundo y constante de los silencios... y es que hay silencios que cortan como espadas. Y otros que hieren y te parecen silencios de los que te matan lentamente, pero no te dejan morir del todo. Hay silencios que se soportan o al menos se intentan sobrellevar. Silencios que estoicamente se miran de frente, y otros que ni siquiera los ves "de venir"…

Silencios en los que intentas guardar la compostura. Silencios en los que te tambaleas y crees perder la noción del tiempo, del espacio y de lo que te sustenta bajo los pies. Silencios largos y lentos. Silencios espesos y abandonados, en los que nadie es capaz de respirar…

Dicen muchas veces que hay personas silenciosas, que son mucho más interesantes que los mejores oradores. Los silencios son marchitos si nadie los capta, y terriblemente crueles para aquellos que si los escuchan. A veces, el silencio es la mayor y la peor mentira…

Y también dicen que hay que guardarse de un agua silenciosa, de un perro silencioso y de un enemigo silencioso. Y yo quizás, ya conozco a los tres. Y te digo, sin ningún miedo a equivocarme, que estos silencios no son para nada comparables con el tuyo, Señor, pero todos ellos me hieren y como la arena del desierto para el viajero fatigado, son lo mismo que los silencios de las conversaciones incesantes de los amantes de sus propios silencios…

 

Soporto incluso aunque herido de muerte, el silencio de una playa sin olas. Soporto Señor, y Tú lo sabes, el enterrarme y esconderme bajo la arena si se tercia y permanecer alejado, aislado, herido y callado... y en silencio…

Pero tu silencio, el tuyo... me mata. No puedo aguantar más un segundo contemplando tu silencio, porque yo soy de los que los oyen, de los que los captan, y de los que se envenenan con el... con tu silencio...

y tu Silencio, Señor,...
es el más fuerte de los ruidos…
y quizás… de los ruidos el más fuerte...

Ante la misericordia infinita de un Cristo crucificado sobre taracea...
Ante la penumbra de mi alma y el silencio de sus noches...
Ante El, y solo ante El... bendita efigie divina y devocional...
Ante el Amor infinito, la Luz del mundo, y la Vida…
Señor, Salvación de vivos y muertos. Divino Redentor…

Ante quien siempre me debo de callar,
ya sea ante su paso… o delante de su guión...

Porque Tú eres Jesús, Tú eres la Luz… y Tú eres la Vida…

Pd: Gracias a la Hdad. del Silencio por el encargo y por confiar en mi. Ha sido un placer inmenso... Gracias...


viernes, 16 de marzo de 2012

A quince días...

A quince días... 


En apenas quince días impares, seremos pasto de dolores y no será un viernes cualquiera. Ni otro parecido. A quince días de que la gloria, dejaremos que campee a sus anchas por nuestras calles, sonrisas impregnadas en cada adoquín de sabiduría ancestral y matriarcal. Granada es Madre, y como buena Madre acoge cuanto le llega. Lo desbarata en un momento y lo pone en lo más alto, para dejarnos sensaciones encontradas que durante los próximos siete días de una semana de ocho, con sus dos domingos, nos harán sentir de maneras diferentes y muy nuestras. Pero hoy no hablamos de semana santa. Hoy hablamos de querencia. De la jartible querencia que le tenemos a nuestras cosas, y que dentro de quince días nos hará cruzarnos por la calle con una sonrisa que no es normal. Simplemente porque es distinta. 


Estos días nos vemos en ensayos, pues somos los costaleros los que mas nos vemos, mientras en distintas cofradías nos palpamos los cuellos contra los maderos de nuestras propias penas y miserias. Nos saludamos en casas de hermandad a la hora de pagar la cuota, o de retirar el hábito correspondiente. Nos tomamos treinta y tres a la salida de los cultos, cualesquiera eventos poético-cofrades, presentaciones emotivas de carteles que no dicen nada, ni el cartel, ni la foto, ni el presentador, pues la foto es para echarla a los leones, pregones con más acierto unos que otros, y todas esas cosas que nos gustan a rabiar, siempre por el tercer tiempo, muchas veces más fructífero que el primero, o el segundo. Y esto es así... la mayoría de las veces...


Pero el viernes que nos sacude el alma dentro de quince días y la despoja del polvo acumulado en las junturas de todo un año, ese viernes es distinto y debiese llamarse "Viernes de Alegría". Sale el Señor a la calle con hechuras distintas. Se rezan las estaciones por las calles de la Magdalena, Fígares o Campo del Príncipe, de maneras distintas. El aire parece que densa y contiene como nunca el perfume aterciopelado de los aromas de un incienso que hoy huele de maneras distintas. Y yo, habré salido del trabajo como siempre, a ultima hora. Buscando la compaña de mis hijos, para acudir a las citas anuales. Esas citas, a las que siempre que El quiera, yo acudiré presto, raudo y veloz. Con una sonrisa que ensanche el alma...

 

Ver al Señor , ya con la noche encima, es una de las experiencias más placenteras de esta vida. Mucho más que verlo salir aun con la luz de la tarde, esa que prácticamente se pierde entre las calles del Barrio de Gracia. Yo lo prefiero así. Un poquito más tarde, con la noche a las espaldas y ese pómulo marcado por los flashes que abofetean su cara una y otra vez, para dejar instantáneas que durarán eternamente en nuestras retinas y en nuestros corazones. Y después de acompañar al Señor por las calles de su barrio, a la carrera... lo que viene siendo un entreno de lo que está por llegar dos días después, aunque yo por salir bajo el Señor de la Santa Cena Sacramental, no pueda acompañar a los míos en dichas excursiones cofrades... ahora vemos está cofradía aquí, la otra la recogemos allí, y a esta nos la encontramos por aquí... como toda la vida de Dios... un no parar...


Y a la carrera llegamos, mientras a lo lejos, un sonido metálico y brillante me rompe el alma y me la hace jirones. Partes o porciones de un todo, que se desangra al llegar esta tarde noche... cornetas que en la calle Pan, espadaña, parada, fonda, santo y seña de la Familia León, anuncian como cada "Viernes de Alegría", que el mejor de los nacidos, ya está a las puertas del Perpetuo Socorro, y dispuesto a entrar en una Jerusalem granadina y malafollá, que lo está esperando a regañadientes por unos, y con los brazos abiertos por los otros. Y es entonces cuando ya mi alma se rompe en mil añicos, que iré recomponiendo a cada chicotá de las que daré en los próximos días... que serán iguales de intensos que los ya pasados en otros años, pero que vendrán cargados de sensaciones nuevas, frescas, vivas... y que mejor que poder empaparse de ellas, que al amparo de mis hijos... siempre de mis hijos, y al lado de quien me quiere, y bien que lo se...


Ya, para lo demás, que cada uno se lo imagine,... como cada uno pueda, o quiera... porque yo lo único que sé ahora mismo, es que quedan dos semanas, para que la Semana Santa, la mía, la particular, la que seguro que cada uno de ustedes lleva dentro de sí, y es la que quiere y la que espera... eche a andar... y eso es un regalo con el que pensar, disfrutar, y soñar.. y mientras sueño yo con eso... sueñen ustedes con la suya... que esto ya está aquí....

Pd: En la calle Pan nos vemos y escuchamos... y en la Calle Pan, el Pan de Vida, se hace palpable al compás de tambores destemplados y brillantes sones armónicos de los que levantan el bello, puesto que fueron compuestos para el Señor... y todo lo que sea para o de El Señor, es de bellito de punta y vámonos... 

martes, 13 de marzo de 2012

Martes... y Trece...

Pues eso... Martes... y Trece... 

Y trece son trece... 

Abran los sentidos... Las Cigarreras...

A veces se hace necesario, saber el porqué es así la música de nuestra Semana Santa... y otras veces no. Simplemente, abran los sentidos, y díganme si esto no es la música del Señor. Y si no lo es, que venga el Señor y nos lo diga. Yo solo les puedo decir que se sienten un rato con tiempo, el suficiente para escuchar a esta banda. Cigarreras... preparen los baberos de hasta ocho duros... abran los sentidos, escuchen la Música por y para el Señor. Dejen escapar ese izquierdo que les lance el corazón. Pónganse delante de un paso, en cualquier acera, y contemplen el paso acompasado de un cortejo nazareno, mientras de lejos escuchan estas bellas sinfonías con nombres y apellidos... que nos hacen más grandes, más humanos y más divinos a la vez. Señores... con ustedes si no la mejor banda del mundo, la más buena...



Así que pausen el reproductor, y disfruten de un pedazo de concierto...

viernes, 9 de marzo de 2012

El Calvario de un artista... Manuel López Farfán


Marcha compuesta de diversos fragmentos de geniales obras del conocido e ilustre compositor Manuel López Farfán (1872-1944) del que os dejo una pequeña reseña en esta misma entrada... disfruten de la música, porque cuando es buena, entonces sobran ya las palabras... así que pulsen en pausa en el reproductor que tienen arriba en la columna de la derecha, y disfruten,... simplemente disfruten... que esto ya está aquí...

http://www.patrimoniomusical.com/gcfarfan.htm


Catálogo de obras:
MARCHAS RELIGIOSAS
En mi Amargura, 1896 (El Cristo de la Exaltación en 1906)
Esperanza, 1899 Esperanza - SORIA 9
Spes nostra, 1904 Spes nostra - CRUZ ROJA
Al Santísimo de la Exaltación, 1907 
Al Santísimo Cristo del Amor, 1907 
La Virgen del Linarejo, 1907
El Ocaso de los Dioses, 1913 (adaptación de la ópera de Wagner en 1848)
Madre mía, 1913 (no confirmada)
La saeta, 1913 (no confirmada)
La Cruz de arriba, 1920
El Refugio de María, 1921
La Victoria de María, 1921
Pasan los campanilleros, 1924 (con letra)
El Dulce Nombre, 1925 (con letra)
La Esperanza de Triana, 1925
La Estrella Sublime, 1925
La Virgen de la Asunción, 1926 (marcha-plegaria con letra)
La Virgen en sus Lágrimas, 1926
Nuestra Señora de la Palma, 1927
Nuestra Señora del Mayor Dolor, 1927
El Calvario de un artista, 1928
La Semana Mayor, 1935 (con letra)
Impresión de Jueves Santo (en Sevilla), 1938 (con letra)
La guardia sobre los luceros, 1938
El Cristo de la Salud, 1939
HIMNOS Y MARCHAS MILITARES (entre otras)
Marcha Real, 1902
Himno para Santiago, 1915
Himno del Regimiento de Infantería Zaragoza, 1915
OBRAS DIVERSAS (entre otras)
Un jazmín, 1893 (vals)
Las trinitarias, 1896 (tanda de valses)
Matilde, 1899 (bailable)
Matilde, 1902 (barcarola)
Una cacería de Sevilla a Córdoba, 1906 (obra imitativa)
La Feria de Sevilla, 1906 (obra descriptiva)
Capricho, 1907
Obertura, 1907
Suite en tres partes, 1907
Los héroes del 2 de mayo, 1910 (poema sinfónico)
Sonata, 1915
Danza descriptiva, 1915
Las fuentes maravillosas del Parque de María Luisa, 1935
Mi bandera andaluza, 1935
PASODOBLES (entre otros)
Soy de Navarra, 1903
El Real Betis Balompié, 1925
Manuel Jiménez “Chicuelo”, 1926-1929
Pepe Luis Vázquez, 1942
Los novios, 1943
ZARZUELAS Y OBRAS LÍRICAS (entre otras)
El maestro de armas, 1900 (sablazo lírico)
El don Cecilio de hoy, 1907
Trianerías, 1913
La mala lengua, 1917
Las concejalas, 1924 (soneto de actualidad)
La grieta roja o el valor de los hombres, 1925
Lo de siempre, 1926 (sainete dramático)
El clavel de sangre, 1936

jueves, 8 de marzo de 2012

De vez en cuando, te dejas sorprender...

De vez en cuando, te dejas sorprender...

Y un izquierdo poderoso,
altanero y bondadoso
que un Gran Capitán de pelo ajado
marcando el compás del alma
nos deja en el tiempo parado...

De vez en cuando, te dejas sorprender...

Y ni Tú mismo lo esperas,
cuando se aguanta la pelea
y en el izquierdo esa delantera
se deja gustar en tu Poder,
Soberana hechura Trianera...

De vez en cuando, te dejas sorprender...

Y hasta al mismo Caifás 
le cambia la cara un momento,
pues no se espera ese cambio
que Bienvenido mandase
achicando el firmamento.

De vez en cuando, te dejas sorprender...

Y creo que soy yo, Señor, 
quien de verdad me sorprendo,
pues no hay belleza comparable
ni marco tan bello con la tarde,
que en Tú cielo azul de Triana...


De vez en cuando, te dejas sorprender.
dibujado tu contorno silente,
porque más arte no le cabe
a quien le manda un izquierdo
a los de debajo, valientes...


Izquierdo!!!, ordena Bienve...
Se abren paso hacia Sevilla
mientras Tú, cruzas el puente...
De vez en cuando, te dejas sorprender,...
¿o soy yo el que se sorprende?...


Gracias a quien me ha enviado esta mañana esta fotografía,
que me ha sorprendido gratamente, muy gratamente...

AHYH ASHR AHYH - SOY EL QUE SOY... EGO SUM...

martes, 6 de marzo de 2012

Adoración... (extracto Pregón Oficial Almuñecar)


"... Yo adoro cada rincón de esta tierra porque en cada uno de ellos, estás Tú.

Adoro los colores de tu cielo 
y la inclinación de las calles de mi infancia 
que me llevan hacia Ti.

Adoro en fin tu nombre, Adoración...
porque tu alma es contigua
a la mía, y con razón
recibí mi primera Comunión
en la casa de tu Madre de la Antigua.

Adoro pues las huellas del camino
adoro que me lleves de la mano
y adoro tus hechuras, tu divino
Corpus Christi sexitano.

Adoro que me enseñaras a amar
y tras las años y los daños
como niña con cariño hasta tus brazos
de rodillas al Sagrario de tu altar.

Yo venero la silueta de tu Madre
y adoro que camines sobre el mar
siendo pescador de hombres
que hasta en mi mismo nombre
la mar te viene a adorar.

Yo te adoro, Corpus Christi
Santísimo Sacramento del altar.

Adoro en fin tu nombre, Adoración...
porque tu alma es contigua
a la mía, y con razón
recibí mi primera Comunión
en la casa de tu Madre de la Antigua.


Yo te adoro… y no estoy sola. Todos, hermanos y hermanas, tenemos uno o varios ángeles de la guarda que al llegar esta Primavera que nosotros llamamos Cuaresma de tierna impaciencia, hay siempre una mano sobre las nuestras, una caricia en nuestras sienes mientras descansan los sentidos en la almohada. La silueta de un suspiro que en dulce y tierno ademán, con su mirada silente va buscando entre la gente a aquellos que ya no están. Pero nadie se marcha de un corazón que lo quiere, que lo recuerda y que lo siente. Así que a esos ángeles por cuya memoria hay un pellizco en las entrañas vaya esta simple oración de sus mujeres y de sus hombres, de sus ancianos y niños. Que cada cual ponga sus nombres y decidles con el cariño del corazón almuñequero, que simplemente… te quiero… y no te olvido.

Y así he venido, con una silueta ciega asida del brazo. Y hasta aquí, cuando debía yo llevarla a su hogar guiando sus pasos de invidente, ha sido ella quien me ha guiado a mí. Hasta aquí, hasta vosotros, hasta mi propio corazón, pues no conoce más casa que esta. Y en este paseo, mientras era ella quien a ciegas me narraba, me traía y me llevaba, he comprendido que su morada está en este sitio, en este momento, en el mismo centro de mi alma. Y he sabido que su nombre es FE y que la ciega siempre he sido yo.


Así que, Almuñécar… despierta. Ha llegado la Cuaresma y hay que anunciar su muerte por nosotros, hay que proclamar con gozo su Resurrección. Ven Señor Jesús, que yo me iré contigo. Llega Señor y dinos, “Sígueme” y haznos apóstoles de tu Evangelio. Que no son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No viniste a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan. Despierta, Almuñécar, despierta… que a esta tierra fenicia, que fuera después romana, y de mora se tornó en bella mujer cristiana está llegando Jesús para salvar nuestras almas. Despierta, mi niña, ¿no oyes que es la Fe misma quien llama? Despierta, que la Virgen de la Antigua de esta tierra soberana, está llamando a sus hijos que despierten y que vayan, que está viniendo Dios mismo a esta tierra sexitana...

Y no digo He dicho
porque no lo digo yo
es la Fe quien me lo dijo
y así mismo lo contó.

María del Mar Peña Martínez

Pregón Oficial de la Agrupación de Cofradías 
y Hermandades de Semana Santa de Almuñecar

viernes, 2 de marzo de 2012

Sé de viernes...

Sé de viernes, que acaban semanas.
Sé de viernes, que culminan etapas.
Sé de viernes, que limitan mis voces.
Sé de viernes, que devoran mi alma...

Sé de viernes, Señor malherido.
Rescate divino y prendido
en los que a tus plantas rendido,
buscando el consuelo perdido
no consigo curar mi corazón herido...

Y sé de viernes que son tuyos
como sé de viernes que son míos.
Porque no hay más que mirarte,
para sentir locura al quererte
y no poder dejar de amarte...

Y no se que es peor, Señor.
Si tenerte o no tenerte,
si en mi cerviz llevarte...
o dejarte ir lentamente,
y que ese amor tuyo me mate...

Rescátame Señor bendito,
de esta mi locura cegada.
Que no quiero ser injusto,
ni justo entre los justos
con quien a mi me perdonara...

Que ver tu espalda de reojo,
mi pecho apuñala
y el corazón se me para,
 por la injusta condena
que ninguno deseara...

Sé de viernes, que empiezan semanas.
Sé de viernes, que comienzan etapas.
Sé de viernes, que gritan mis silencios.
Sé de viernes, que apaciguan mi alma...



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Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

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