Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

miércoles, 27 de junio de 2012

Y eso que más da...

La chicotá ha sido larga y lenta. Al compás taciturno, de una noche estremecida por el candor que desprende la alpaca en llamas, ha llegado. Ha pasado por delante de mis ojos, y la he dejado irse con mi beso en su mejilla calurosa y rosada. Ya es de noche, y la estaba esperando, como cada semana santa al llegar estas fechas. Una noche, que se desparrama por nuestras calles desde bien entrada la tarde. Por que la noche en Granada, aun sin haber llegado aun la florecida, se desliza lenta e inexorablemente, como la chicotá que acabo de presenciar. Y siempre te coge desprevenido, para azotarte la cara con su particular forma de decirnos, que en esta ciudad no tenemos otoño ni primavera, ni falta que nos hace... el frío se soporta mejor a pie de acera, cuando acabas de contemplar tan bello acto heroico y de amor...

Ahí queó!!!... y el misterioso paso de palio, garboso y coqueto se posa lentamente en el suelo. Los zancos por igual. La suavidad es característica de su nobleza. La exquisitez,... requisito indispensable. La chicotá... medida, bellísima, y con un primoroso mimo de principio a fin, termina... de maneras que evocan una elegancia sublime y portentosa. Sudor y trabajo a espuertas, de una cuadrilla que a las claras se ve, que la vela y la quiere, porque como Ella no hay otra igual. Arte y categoría debajo de las trabajaderas. Años de experiencia, seguramente acumulados en las caderas fajadas de esta cuadrilla, desde hace ya muchas horas. Pies que pisan el adoquinado, por donde muchos otros ya los pisaron días atrás. Ilusiones nuevas, que se mezclan con el tictac de corazones acelerados por el esfuerzo...

Peticiones. Oraciones. Silencios. Lágrimas y el vello de punta, al acordarte siempre, de quien ya no está. No pasa nada!!... No pasa nada, porque sentaditos en la peana de María, viajan las plegarias de esta noche fría. Sentaditos a la vera de María, van los besos que nunca se dieron, o no se pudieron dar. Sentaditos a la vera de María, y en esta noche fría, va todo el amor de su cofradía. Los abrazos que se dieron, y los que no. Las risas que se contagiaron, y las que se quedaron sin esbozar en comisuras de algunos labios, que seguramente ya no volvamos a ver,... o siquiera volver a besar. Sentaditos a su vera, en la misma peana que sustenta a María, van las quimeras de una vida justa, mejor, placentera y en paz... pero la chicotá termina. El sonido de los zancos al golpear levemente el suelo me hace reaccionar, y me despierta del letal chispazo que la escena me dejó clavado en el fondo del alma. Que bonita la música, y que bonito el andar. De vuelta a casa, sobre los pies, con los kilos arriba y la delantera acariciando la mecía, como los mejores y más recatados pasos de palio al regresar lento en su caminar, chicotás corticas, elegantes, sin espavientos. Como está mandao. Ya les queda una chicotá menos... siempre una menos...

Y ahí va Ella. La veo, a duras penas, entre el fulgor de la batalla entre la llama y la cera. Madre. Mujer y Madre. Esposa e Hija. Bendita seas siempre, entre todas las mujeres, madres, hermanas, abuelas e hijas... bendita seas por siempre, Señora. Con tu hechura divina de gubia granaina, al amparo de un vergel que nunca nos abandona. Ahí va Ella. Sin poder apenas ya articular palabra. Semblante cargado de una belleza que el corazón traspasa. Dolor que encoge su pecho, y el del quien te mira. Tristeza que ella sola pasea, como nadie sabe pasear las tristezas de María. Vientre bendito, que en su día Dios escogió, para ser el lecho del más grande de los "nacíos". Caderas de mujer que hoy se engalanan de fajín y cinturilla. Saya bordada que no nos deja ver sus piernas cansadas de caminos de arena, polvo y piedra. Pecherín que nos intimida, pues de todos es sabido que como Madre que es y que fue, amamantó con sus divinos senos, las primeras ansias de vida de un pequeño Jesús recién nacido, que hoy yace colgado de un madero. Atravesado por nuestras culpas. Inerte. Y en Silencio...

Venga!!!,... Ponerse, que voy a llamar!!!... y entonces, entre el respiradero escucho su voz. - "Llama cuando quieras, maestro, y vamos a llevarla a casa"... - responde una voz suave y cálida. Una voz, que atesora el poder que encierra un pequeño cuerpo de algún costalero de una cuadrilla baja. Debe de ser de la baja, pues vienen andando como los ángeles. Las levantás medidas, las arriás compensadas. Que me gusta un palio con gente bajita y empetá. Como está mandao. Yo ya crecí bastante, como para ser costalero de palio. Y eso me hizo saborear las mieles del misterio de los misterios. De los pasos de Cristo, esos que muchos no catarán por su altura. Pero cuanta envidia sienten mis carnes costaleras, cuando veo venir de frente un palio, como el que he visto venir, pasar, y alejarse esta noche, mientras he contenido la respiración, para poder saborear cada instante de su portentosa chicotá. Por que ahí nací y me crié yo como costalero. Bajo palios que pintaron para otros, la misma escena que para mi está pintándome el alma esta noche este paso, al pasar lento y acompasado, de este relicario de amor y dulzura. Estampa que ya, desde ahora mismo, guardo para siempre... Que gran cuadrilla,... Que gran trabajo,... Que grandes costaleros...

Pero aun con la posibilidad que yo me empeño en imaginar, y seguir pensando que esa voz sea de un costalero de la cuadrilla baja, hay algo que no me cuadra. Esa voz rota, aferrándose al costero de la vida,  me suena distinta. Tiene un soniquete dulce y acaramelado. Seguramente, ha debido de ser, que ya la voz no le sale del cuerpo. Seguramente ha debido de ser que la sequedad de su garganta, le gastó una mala pasada. Vida rota debajo de la trabajadera,... y alma, vida y Madre, destrozada encima de la parihuela. No, no, algo no me cuadra... Y ante mi asombro y mi sorpresa, me comenta una mujer a pie de acera...

- "Caballero, perdone que le diga y no se sorprenda. Es que son mujeres, las que llevan a la Virgen"...

"... Como???... Dadora de vida en lo alto de una peana, y portadoras de vida, bajo las trabajaderas???"...

Y esa voz, aun rota por el esfuerzo y la larga travesía, que su barco de amor comenzara esta misma tarde, ahora ya si que me encaja. Hace ya horas, que esa voz menuda y tierna, contesta, y por eso ya le queda un hálito de voz. Pero su voz, es eso... suavidad y calidez. Amor desnudo en su máxima expresión costalera. Costaleras. Madres. Mujeres y madres. Esposas e hijas. Benditas seáis siempre, entre todas las mujeres, madres, hermanas, abuelas e hijas... bendita seáis por siempre, señoras...

Con vuestras hechuras divinas de mujer granaina, al amparo de un vergel que nunca os abandona. Ahí van ellas. Sin poder apenas ya articular palabra. Semblante cargado de una belleza que el corazón traspasa. Dolor que encoge su pecho, y el del quien os mira. Tristezas que ellas solas pasean, como nadie sabe pasear las tristezas de María. Vientres benditos, que en su día Dios escogió y escogerá, para ser el lecho sagrado de vuestros hijos. Caderas de mujer que hoy se engalanan de fajín en cinturilla. Pantalón cómodo, que no nos deja ver sus piernas cansadas de caminos de arena, polvo y piedra. Camiseta que a modo de pecherín nos intimida, pues de todos es sabido que como madres que son, fueron y serán, amamantaron y amamantaran con sus divinos senos, las primeras ansias de vida de sus pequeños recién nacidos,... el paso se levanta, con la fuerza de almas y corazones que se visten con piel desnuda y tacones de mujer. Bendición del cielo, que cae sobre sus hombres para la misma Gloria de María Santísima... 

Sí!!!... son costaleras... y María, con el mismo paso con el que venía se marcha a casa. Elegante. Comedido el andar. Exquisito trabajo. De vuelta casa. Cumpliendo con el trabajo. Los reaños en donde tienen que estar. Los dientes apretaos y el alma pegadita siempre al costero. Aferradas a la vida a cada pasito que dan. Vida, de la que son ellas portadoras, al igual que la Bendita Madre de todos nosotros, y que esta noche fría va en tó lo alto del paso... 

Sí!!!... una chicotá menos, pero una preciosa chicotá...  y Sí,... son costaleras... y ahí van, andándole sobre los pies a un paso de palio cuando se marcha ya de recogía... 

- "Tos por igual... A esta eh!!!!..."

... Sí!!!..., son costaleras... 

Y eso que más da...


Pd: entrada dedicada a todas y cada una de las integrantes de la Cuadrilla de Costaleras de María Santísima de la Caridad. Y en especial a quien ya no puede salir bajo Ella, por que sin duda, eso es lo peor que a un costalero le puede pasar. Querer, y no poder... Besos niña, que siempre te doy, cuanto veo tus ojos tristes y cansados, bajo un capillo nazareno de igual color... sabes perfectamente lo que pienso,... pero sabes también lo que os admiro, os respeto y os quiero... 


El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas
Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental