Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

miércoles, 20 de octubre de 2010

Pellizcos jerezanos... Miércoles Santo...

Monasterio de Belén. Orden de la Merced Descalza. Tres de la tarde, como tres son los pellizcos de esta tarde. Todos en la misma hermandad... tres, un número que se repite eternamente y que me llena de cosas que hasta yo mismo desconozco... tres... tres silencios, tres pellizcos, tres momentos.. y siempre la misma Salud universal y eterna. Tres de la tarde y un sol de justicia. Tres solitarias nubes en el cielo que no amenazan a nada ni a nadie. Tres arbolitos en linea, arrimando sombra al que cansado, espera impaciente que llegue la hora. Tres segundos, tres pestañeos, tres lagrimas que apenas se escapan del lagrimal. Tres deseos, tres cruces en un camino de olvido, tres calles más que avanzar. Tres pitidos, hondos y sentidos en la profundidad de un pecho que se resguarda del fresquito primaveral con tres botones de una camisa ajada, que se vislumbra bajo un suéter roído, mientras unas manos arrugadas se llevan a la boca para apurar el tercer cigarrillo que se echa desde que se tomara el café. Tres monedas en un bolsillo, tres estampas en la cartera, y tres caminitos que marcan las rayas de la vida dibujadas en sus palmas, las que ya lleva gastadas y las que dejan a las claras la poca que ya le queda. Tres impulsos baldíos, tres rayas en el agua inquieta de tres charcos que dejara las tres gotas caídas en la madrugada anterior. Tres silencios eternos, y ya esta el Señor en la calle...

Y en Jerez, tres generaciones que se dan la mano porque no conocen nada más de esta jornada de miércoles santo, que no sea Su Señor. No han visto jamás otra cofradía. No han tenido la oportunidad de ver otros señores, otros pasos, otras chicotás, otras estaciones de penitencia, otros sonidos de tambor, otras marchas que no sean el silencio de sus pasos ni el hormigueo de las cosquillas de un corazón que late tres veces, y que se multiplica por tres hasta conseguir miles tres veces, que son todos los que siguen los pasos de un Nazareno que se apoya en el suelo de su derramada sangre, porqué Tres son las Caídas del Señor de la Salud... como los tres remates de su cruz... como sus tres potencias... como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo... como las tres generaciones que lo siguen y lo seguirán y acompañaran siempre...

Como los tres Pellizcos de esta tarde jerezana...


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Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

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