Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

jueves, 21 de marzo de 2013

Si te vas... al menos llévate mis besos...

Llévate mis besos, Señor... al menos, llévate mis besos...

Como cada Jueves Santo, te esperaré donde siempre. Como cada año de condena impuesta por uno mismo, pues nadie mejor para hacerlo. A poder ser, y si no me lo impide nada ni nadie, allí te esperaré, con mi manojo de claveles rojos como la sangre humana que compartimos ambos dos. En el mismo lugar desde donde hace ya unos cuantos años, te veo pasar cada Jueves Santo, y a continuación, me quedo a esperar que tu Madre pase por el mismo y justo lugar. El azulejo de calle Almuñecar... ese que para mi tiene tanto significado, por ir a rezarle a Tu Madre, siempre que tengo ocasión... y pedirle por los míos y por los que no lo son, nada más que Salud... que con la que está cayendo, para que queremos pedir nada más...

Allí estaré, pues allí es donde quiero estar. Este año, con una razón más. Como ya sabes, mi hijo Francisco va debajo de tu Madre. Mi Madre,... Su Madre... eso ya no es nada nuevo, y bien que lo sabes de hace ya años... y este año volverá, aunque siempre con renovadas ilusiones, dado su carácter alocado y jovial, fruto seguramente de la edad, y de esta sociedad que cada vez los deja menos disfrutar de su infancia y de su juventud, para convertirlos en esclavos de otros, como los que ya lo somos desde hace ya algún tiempo...

Pero este año, la comisura de mis labios sonreirá abiertamente al ver pasar el primer tramo de salesianos nazarenos vestidos de riguroso luto por tu muerte y la de tantos, y de azul celestial que nos marca los contornos de las nubes, esas que espero despejen los cielos zaidineros dentro de siete días, siete...


Jesús. Con Tu mismo nombre. Hijo mío, como yo lo soy de Ti, estará por propia y decidida decisión  por primera vez en el cortejo. Y no ha querido que se le pase la mayoría de edad sin salir penitente en procesión en su hermandad, para acompañarte con su cirio encendido, marcándote el camino lejano y cansado hasta la Santa Iglesia Catedral... pues sueña con salir en un futuro próximo de costalero...

Y he de reconocer que la idea, además de partir directa y exclusivamente de él, a la vez que surgió y reventó los cimientos de este que te escribe y te piensa cada día, sabiendo yo ya lo que es salir en tu cortejo y en algunos otros bajo capillo o verdugo, de las mismas y amplias maneras me sorprendió... y me sorprendió para bien,... para muy bien... para estupendamente bien... que orgulloso estoy Señor, de los hijos que me has dado, y que a pesar de todo, conservo... 

No me lo esperaba, Señor... por eso, y aprovechando que fui el otro día a verte, como hago siempre cuando a veces nadie nos mira... como hago siempre y no tiene por qué ser una misa de la Cofradía... como hago siempre que me cuelo incluso cuando la única inquilina humana es la señora de la limpieza que le da un fregaillo a la iglesia de María Auxiliadora..., y no iba a ser menos al llegar los Cultos que en tu Honor y Gloria realiza mi salesiana Hermandad. Así que coincidiendo con el primer día de Triduo y Descendimiento en Tu Cruz, del lugar desde donde contemplas pasar la vida de cada uno de nosotros, esperé como otros años, a que detuvieses mi devoción cansada en horizontal sobre paño burdeos... y paciente esperé mi turno. Y te dejé mi beso impar... y te dejé mis besos, en tus pies fríos e inertes que me dan la vida.... y besé tres veces tres, la bendita llaga de tu costado... para que te lo lleves contigo... contigo y con él... contigo y con ellos... tres veces tres... una por mi para ti, y otras dos, por ambos dos que estarán contigo en menos de una semana...


Tu, Señor de la Redención, eres el principio y el final de todos mis caminos, la leve angustia que atesoras en tus costeros con la mecida justa que tu muerte se merece, la pureza bendita que se te escapa en la mirada cadáver de un cuerpo que aun parece tener vida, el soplo que alimenta mi fe y mi devoción con los regueros sangrientos de tus heridas, la lima que araña mi alma y le da sentido a mi vida, a mi ser, a mi caminar, a mis noches en vela, a mis días plagados de sonrisas para cuando me hayan de faltar. Lo eres todo, porque siempre ha sido así... y no hay más... y ahora soy tan feliz, de saber que plenamente también lo eres de ellos.. de estos dos, por los que daría mi vida, sin dudarlo ni un instante. Sin pestañear. Sin más que dejarme llevar por la querencia infinita que les tengo, pues son Dios, puesto que son de Dios... y no hay nada más divino que mis hijos, marcados a fuego con una "erre" imaginaria y con una "ese" inmensa... Redención y Salud...  

Buena estación de penitencia tengan mis dos hijos, Señor de la Redención. Uno de nazareno y otro de costalero mariano y fraternal. Ya navegan ambos dos a la deriva de nuestras cuaresmas. Y navegan por los cielos de sus sueños, para cumplir a tu lado el tuyo. Santificado sea tu bendito nombre, Jesús de la Redención. Glorificado sea el nombre de quien te dio de mamar. Hágase tu voluntad, siempre así en el Cielo, como en Granada Tu Tierra. Sígueme dando a mi el pan de cada Cena, y perdóname mis miserias y mis propias condenas. No dejes que nadie pueda caer jamás en el intento de a mis hijos comparar conmigo. Ellos son mis hijos, pero no son yo,... al igual que yo no soy ellos... somos una triada, un infinito y eterno impar, al que yo trato de venerar y honrar... pero nunca seremos trinidad... cada cual es cada cual... Fran, Jesús, y este pobre mortal privilegiado con el tremendo honor de ser su padre... 

No dejes a mis hijos caer en la tentación, esa que yo en nuestra cofradía no puedo evitar. Líbralos de todo mal, Señor, y acompáñalos en su largo caminar que dará comienzo con un nuevo despertar de Jueves Santo... y si la tarde se da buena, y el tiempo acompaña dentro de siete días siete a la Real Cofradía de Penitencia y Hermandad Salesiana de la que Tu ostentas tan colegial nombre,... si así es, y ojalá que así lo sea... si te vas con ellos para Graná... al menos... 

... llévate mis besos, Señor... llévate mis besos...

Fotografías de José Velasco

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas

El palio más romántico de Granada - La Virgen de las Maravillas
Foto cedida por Victor Ovies, de su web www.granadaphoto.com

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental

El Misterio de los Misterios - La Santa Cena Sacramental