Maestro...

Lo siento, no he podio contener la tentación de poner este vídeo que nos han colgado en el Blog de los Costaleros de los Favores... es impresionante... no hay ni creo que haya otro hombre de negro como este... sus palabras lo dicen todo, y por eso estaba donde tenía que estar, y ahora seguro que estará junto a Ella... a su ladito, haciendo que el martillo suene eternamente, y que se rompan los años y los silencios con el crujir de las maderas...

¿¿Que porqué yo soy costalero??... ¿¿Que porqué??... Háganme un favor y escuchen a este hombre. Que si bueno era como Capataz, todos los que lo han conocido (yo no he tenido ese privilegio) hablan que era mejor persona que capataz, y con eso está ya todo dicho. Pero escúchenlo con el corazón, sientan las ropas sobre la cabeza y si tienen la gracia divina de escuchar palabras así cuando uno se encuentre bajo la oscuridad más preciosa y más mística que nos puede ofrecer nuestra religión y nuestras creencias ancestrales, puede darse ustedes por satisfechos y por seres privilegiados.

Porque hay Capataces que pueden levantar el ánimo de su gente con una sola palabra, pero como este hombre, no creo que jamás haya otro mas bueno, mas humilde, mas entregado a su labor, mas servicial para con su gente, mas generoso para con sus cuadrillas, y sobre todo una cosa... que esté siempre por El y por Ella... que al fin y al cabo, es por lo que debemos de estar todos... (por cierto, que buena entrada la de el sobrino del Monaguillo "hay costaleros con gafas")... claro que los hay, pero siempre que lo sean y que estén por El, y por Ella... lo demás, sobra... todo lo mucho que se está montando alrededor del mundo costalero en estos últimos años, sobra... y me ha encantado ver este vídeo en el blog de esta cuadrilla del alto realejo... porque serán muchas cosas y tendrán sus maneras, pero no se les puede negar una cosa... están por lo que están... su Hermandad, su Cristo y su Virgen... y nada más...

Disfruten de este vídeo, que si no les llega al alma, ustedes no son costaleros ni lo serán jamás...