En un abrir y cerrar de ojos pasó la Gloria delante de nuestra mirada. Flor agostada, candelería quemada. Los mocos chorreados a la plata son llantos de "levantás" al cielo, de "chicotás" eternas y de deseos cumplidos. Todo se acaba, y en su ocaso, se lleva tras de sí todo el trabajo de un año repleto de deseos e ilusiones. Y tal y como se marchitan las flores, las raíces de la fe ya preparan nuevos tallos llenos de vida para suplir la decadencia de la ausencia con la hermosura de una nueva promesa. Que dure poco la nostalgia... porque la última de este año, siempre es la primera del año que viene. Así fue siempre, y así deberá ser durante toda la vida. La vida es una semana.
Fdo: Álvaro Luis Barea Piñar
Fuente: Cenáculo nº 33 - Junio-Septiembre 2009
Pelotasso... y que verdad tan grande... "La vida es una semana"...
Gracias Álvaro y disculpa mi atrevimiento de antemano, al abrirte de par en par mi faldón con estas palabras tuyas que hoy hago mías, y para que tu infinita frescura literaria renueve el posible aire viciado que pueda quedar retenido bajo esta oscuridad. Todos tenemos nuestros días...
Un abrazo de los de verdad. "Abraza Costalera", o como decimos en Granada...
"Abrazus Costalerus Granatensis"
Perdonado. Los interiores de portada del Cenáculo son, de vez en cuando, pequeños regalos para conservar que yo estropeo añadiendo texto.
ResponderEliminarUn saludo, redentorista.
Gracias. Y ahora, ¿donde carajo puedo agenciarme un boletín para leer tranquilo en casa?
ResponderEliminar¿O solamente se sigue publicando a traves de internet en pdf?
Y para nada se ha estropeado esa contraportada en la que la cera llora. Al contrario. Nadie me había explicado hasta ahora, lo que es la vida... solo una semana. Porque sé que sales en un palio, que si no, diría que eres muy grande.
Redentorista es que eres de la Redención, no??
"Tonces, po sí."
Un abrazo grande... pero muy grande.