De la tres...

Han pasado muchas cosas en un año... muchas... y por todas siempre di las gracias, a quien correspondiese y a quien corresponda. No es ni momento ni lugar, de contaros todo cuanto me ha acontecido en estos días que han ido desde aquella igualá sorteada del Corpus 2012, a la de esta noche...

Escuchar tu nombre en la voz del listero, suena como que distinto. Abrazar a quien se emocionó y me emocionó de por vida, me sigue eso,... emocionando. Reencontrarte con grandes capataces, costaleros, amigos y conocidos del mundo de la trabajadera y del costal, y rebujarte con ellos, bajo lo que ya es para mi, la más bonita de las oscuridades posibles en una mañana soleada, hace que se te estremezca aquello que aunque no se ve, está... y vaya si se bien que está...

Penetrar en ese corro uniforme y perfecto que forman las hileras de palos de una cuadrilla santa, porque santa es,... engrandece mucho el alma... y mi alma, siempre lo dije, es impar... y cuando ya te tocan el cuello, te empujan un palo para delante, que después resulta que son dos para atrás, sabes que estás en el sitio. En tu sitio. En un sitio que como dice "el de los papeles", hay que agradecérselo tan solo a El... a El, y a quienes obren esos milagros y hacen posible esto desde el cielo... 

He vuelto a igualar en la Tres de un Corpus carnal y vivo, que se manifiesta dentro de mi impar imperfección, para hacerme sentir más pequeño si cabe, y a la vez, el más grande de los hombres... bueno o no, no seré yo quien venga a juzgarme a mi mismo... pero hombre... muy hombre...

Lo que si sé, es que la vida cambia... y cambia con cosas como esta. Como la de esta noche. Uno aprende a saber que no cambiará, y que lo que ya se es, se es y se será de por vida. Por mucho que cambie la vida. Solamente puedo intentar siempre mejorar. Aprender a que aprendiendo, uno crece aunque se haga mayor. Y se cambia para mejor, y hacer ver que mejorando uno mismo, se aprende a mejorar lo que uno quiere, ama, y adora, y además, suele tener a su lado... porque así lo quiso Dios... y yo a día de hoy, te doy gracias Dios de mi Alma, por tantos como me rodean, y caminan a veces de mi mano, y otras, tan solo me hace falta saber, que están... sin más...

La vida, mi vida... continua, y nunca sabe uno cuando esto dejará de ser así. Jamás sabremos cuando esto dejará algún día de continuar. Mientras tanto, yo seguiré haciendo caso a quien tengo que hacerle caso, y ese no es otro que mi corazón,... mi mente,... y sobre todo a mi alma... 

Esa alma impar y que muy pocas personas, muy pocas, han llegado a acariciar con la punta de la yema de sus dedos. Una por mérito propio, y otros, porque sí. Porque es tan suya mi alma, como yo quiero a veces creer que es mía... ainsss, que y cuan equivocado de mi,... como siempre... 

Esa alma impar, que se expande con el calor de una sonrisa. Esa alma que se infla con un abrazo certero y verdadero. Esa alma que sin rechistar acepta lo que sí, y aparta lo que no... esa alma, que electrifica mi sentir, haciendo que el vello se levante,... esa alma, que rechina al ensancharse con cosas como la de esta noche, porque mi alma ya tiene también una edad... no nos vamos a engañar... 

Esa alma impar y que siempre perteneció a ese trío impar y en perfecta armonía, que son Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo...

Y mi alma, solo tiene un camino,... y es que al final de los tiempos, será de quien es, porque es de El... y mientras El ve como la trato, la dono, la cedo, la presto, la guardo o la escondo... mientras,... El, verdadero dueño de mi y de mi alma, me deja compartirla con aquellos a quienes amo,... con quienes aquellos a quien quiero... con aquellos, pocos, muy pocos a quienes adoro,... y conmigo mismo... que también debe de ser así, en mis ratos de soledad. Soledad necesaria y afectuosa, la cual nunca se priva de hacer de vez en cuando una visita, para decirte que la verdad siempre está ahí fuera... y muy dentro de ti...

Creo muchas veces, y lo afirmo en esta entrada. Es más. No creo... lo sé...

Mi alma no es mía, porque nunca en el fondo lo fue. 

Ni lo fue. 

Ni lo es. 

Ni lo será...

Señor... gracias por "emprestarme" esta alma prestada, para que vaya llenándola de cosas que me la ensanchen, me la minen, me la limen, le den forma, para llegado el día, (que habrá algún día de llegar) entregártela multiplicada de manera infinita e impar... y échame un cable, que ahora vienen tiempos duros y difíciles... para que yo pueda seguir sonriéndole al mundo, con mi alma... con esa misma que aunque no ha cambiado, si que ha aprendido... y que hace 40 años, tu me dejaste prestada, para que hiciese algo más que darle paseos debajo de un paso...

No pasa nada, Señor. Siempre estuve. Y siempre estaré... a las duras y a las más duras... 

Aquí estaremos. Como siempre... a lo que TU mandes,...

Mientras tanto... déjame darte las gracias, una noche más... 

por seguir siendo impar... y por seguir siendo de la Tres...