Los que se meten bajo la oscuridad del faldon

viernes, 25 de septiembre de 2009

Viernes... La Señora de Cordoba - Servitas



Viernes Santo y la tarde cae lentamente sobre la ciudad de Córdoba. Aún se deja escuchar, el revoloteo de los vencejos marchándose a su lugar de pernoctada, mientras pasa el cortejo de una cofradía de penitencia cordobesa. La Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores Coronada. Esta tarde es distinta, pues está en la calle "La Señora de Córdoba"... ni más, ni menos.

Esta hermandad tiene una larga historia que voy a tratar de resumir lo mas brevemente posible. No obstante aquí os dejo el enlace de su pagina web Servitas Cordoba


A lo largo del último cuarto del siglo XVII y primeros lustros siguientes, se desarrolla en Córdoba la devoción a Nuestra Señora de los Dolores. Así, la festividad de los Dolores comienza a celebrarse en la Catedral a partir del año 1680, que tengamos constancia. Ese mismo año, un canónigo de la Catedral, don Francisco Antonio Bañuelos y Murillo cede una bellísima dolorosa de Pedro de Mena, que el mismo poseía en su casa. Dicha cesión condicionaba una sola cosa. Que se le levantase una capilla en la Catedral, dedicada únicamente a la veneración de esta imagen. Al no cumplirse este requisito, la dolorosa finalmente fue colocada en el altar mayor de la Iglesia Conventual de los Alcantarinos.

A finales del siglo XVII, Juan Salvador Amo, solicita al general de los Siervos de la Virgen maría, la fundación de una congregación que bajo el titulo de Nuestra Señora de los Dolores se estableciese en la Iglesia de pobres incurables de San Jacinto. Dicha solicitud fue atendida el 15 de agosto de 1699 y se firmo en el Convento de San Marcelo en Roma. Así que en 1707 se funda el 21 de octubre, pero solo una década mas tarde, ya presentaba síntomas de crisis, hasta el punto que en 1713, cesan hasta los cultos por falta de congregados. Pero poco más tarde, en 1717 se funda una hermandad rosariana bajo el titulo de Nuestra Señora de los Dolores en el Hospital de San Jacinto. Y la devoción por esta advocación se vuelve a propagar rápidamente. Se nombra junta de gobierno l 14 de febrero de ese mismo año, y durante seis domingos de cuaresma, salen en público rosario por las calles de la ciudad. El domingo de ramos realiza una procesión que logra convocar a muchísimos cordobeses. De ahí que en 1718 la hermandad repita procesión, pero ya con la imagen actual, y contando con la presencia de una elevada cifra de hermandades rosarianas y devotos venidos de todos los lugares.
El apogeo de la hermandad rosariana de los Dolores impulsa a los miembros de la postergada congregación servita a fusionarse con ella en abril de 1719. Es cuando comienza a coger impulso esta hermandad. Se encargan nuevas andas, se le proporcionan nuevos ajuares a la imagen, y se logra revitalizar la casi extinta congregación servita. Pero poco duraría lo bueno. En 1727 se produce una situación conflictiva entre la parte rosariana y la parte servita. la ruptura se consuma y la hermandad rosariana se ve obligada a abandonar el hospital de San Jacinto, pero no consiguen llevarse consigo a la imagen titular. La congregación servita por su parte, ve como la vida de hermandad, dado el reducido número de sus miembros llega prácticamente a desaparecer. Hecho que no se consumaría debido a la definitiva reorganización de 1746.

Es en este año cuando se establecen diversos principios y objetivos prioritarios para el relanzamiento de la congregación. La potenciación del culto y devoción a la Virgen de los Dolores se ven recompensados con un aumento de efectivos humanos. Los actos de culto se revisten de una gran solemnidad, especialmente el septenario y la fiesta del Viernes de Dolores. También se produce un especial interés en la procesión tradicional que se venia celebrando el Domingo de Ramos. Pero de nuevo, en los años finales del setecientos, la hermandad se muestra postrada sin apenas actividad y así estaría hasta las primeras décadas del siglo XIX. Es a mediados del Siglo XIX cuando por la devoción a esta imagen y a esta advocación, se designa a esta imagen para representar la Soledad de Nuestra Señora en el Santo Entierro Oficial de Córdoba. Y de nuevo aparece Isabel II, ya que es durante su reinado cuando la congregación servita cobra un marcado impulso y el mismo se ve proyectado en los solemnes cultos anuales y en la salida del Viernes Santo, formando parte del Santo Entierro.

Tras el paréntesis del sexenio revolucionario en la que quedan suspendidas las procesiones del Santo Entierro, la hermandad de los Dolores recobra su dinamismo y ya en 1874 sus miembros realizan unas nuevas andas, trono y palio para su virgen. Ese mismo año, la imagen saldrá el Domingo de Ramos y el Viernes Santo por la tarde. En 1898 a instancia de la corporación municipal, se le concede a la hermandad una subvención para sufragar cuantos costes y gastos origine su salida del Domingo de Ramos. Otra vez vueltas a la crisis que sumió de nuevo a esta hermandad a finales del siglo XIX. No obstante, en 1910 comienza una nueva fase de apogeo que nos lleva hasta la II República. Antes, en 1925 y desfilando en último lugar del Santo Entierro, un representante del monarca Alfonso XIII hace acto de presencia en el cortejo acompañando a la Santísima Virgen. Todo un espaldarazo a la prestancia social de esta hermandad, que a partir de aquel año se le concede que pueda utilizar la corona Real en las insignias, atributos y documentos de la hermandad.

Llega la República, pero con algún que otro parón en sus actividades, logra salir a flote en 1873 donde comienza la nueva andadura que ya nos ha de llevar hasta nuestros días. En plena Guerra Civil, los herederos de Francisco Belmonte González-Abreu, donan la actual imagen del Cristo de la Clemencia, lo que viene a cumplir uno de los grandes deseos por parte de los hermanos de esta congregación servita. Procesionar un crucificado en el mismo cortejo penitencial del Viernes Santo.




Y ya como acontecimiento mas relevante de esta hermandad y de su larga historia, es la Coronación de Los Dolores, que se convierte de esta manera en la primera imagen cordobesa en coronarse en la capital califal. Fue el 9 de mayo de 1965, en la glorieta de los Alféreces Provisionales, al comienzo de la avenida Conde de Vallellano presidida por el cardenal Bueno Monreal, el arzobispo de Sevilla, los obispos de Córdoba y el de Jaén. Días antes se celebro solemne triduo en la Catedral cordobesa, seguido por una multitud de fieles y devotos de la imagen mariana.


Como en todos lados, la incorporación de la juventud a las hermandades, facilitó la incorporación de costaleros, pudiendo salir el Cristo de la Clemencia en 1981 y la Virgen de los Dolores en 1983 portada por sus hermanos. En la actualidad, esta hermandad figura a la cabeza de las penitenciales cordobesas, por numero de hermanos y nazarenos, siendo hasta el año 2005 la cofradía que más nazarenos presentaba en su cortejo. Cerca de un millar de hermanos acompañan a esta cofradía de Viernes Santo, que como última anécdota, en 2008 modificó su itinerario para poder realizar estación de penitencia en el interior de a Santa Iglesia Catedral.



Nazarenos que recogen la estética de los hábitos de la orden servita, llevando túnica, cubrerostro y cíngulo negro, y los cargos con capa. Todos lucen en el pecho el Corazón traspasado por las siete dagas bordado en oro, que reflejan los siete dolores de María. Primero la Profecía de Simeón, segundo la Huida a Egipto, tercero el Niño perdido, cuarto la calle de la Amargura, quinto la Cruxificción, sexto el Descendimiento de la Cruz, y septimo El Duelo y la Sepultura de Jesús.

Os dejo con un par de vídeos de esta hermandad servita, que es una de las grandes cofradías cordobesas. Por algo es La Señora de Córdoba.


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