Al llegar el Lunes Santo, y desde hace bien poco, todo es distinto. Mientras algunos de nosotros esa tarde intentamos ser los pies del Señor por barrios distintos como son el Realejo con su Oración en Getsemani, el Zaidin con su Nazareno de barrio y la Magdalena con su Dios de manos atadas, en San Antón, el Perpetuo y Sagrado Protector de Granada se asoma al dintel de su pequeña capilla, practicamente hundido hasta el pecho en su calvarió de roca y cardos.
Pero como siempre, lo mejor está por llegar. Un palio de misterio. Una escena que no teniamos en Granada y que ha venido a colmar las aspiraciones de los hermanos de su hermandad y de rebote, las de los demas cofrades de Granada.
Un palio con sabor a palio. Un palio con olor a plata. Un palio con color de carey. Un palio donde van las ilusiones de sus hermanos. Un palio que cada día me gusta más y más. Un palio que parece que no puede salir, pero lo hace. Un palio que levanta como se tiene que levantar un palio, y anda como deben de andar otros palios. Valiente, de frente, con un tranco poderoso, y sin perderle el compas en las vueltas... me encanta este palio. Y me encanta sus hechuras y lo que va debajo. Y como no, me encanta el sentido que le está dando su capataz Miguel Almagro. Miguel, recuerdo tus años formando parte del cuerpo litúrgico de la Hdad. de San Agustín. La devoción y el trababo bien hecho, han tenido su recompensa. Enhorabuena. Te lo mereces, y encima hasta lo estas haciendo bien, porque se ha dotado a los pasos de la hermandad de un caracter y de una movilidad en sus formas y maneras de echar a andar. Chapó. Felicidades.
Por eso, la imagen de hoy lunes, no puede ser otra que la del Palio de Consolación. Que lastima no verte en la calle cada lunes santo... menos mal que existe el youtube y algún que otro hermano que me pasa algunos videos. Aún no viendote en directo, pasar el dintel de tu puerta, que sepas que te llevo en mente Consolación. Como a todas las demas... como a todas las demas...
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