Neobarroco en la tarde noche del Viernes Santo sevillano. Dorado e iluminado por impresionantes candelabros de guardabrisas de palmas. Currito "el dorador" tuvo la culpa de que te pasees de esta guisa por las calles de Sevilla. Tres Caidas de San Isidoro, con sus casquetes de plata dorada incrustados en la cruz que portas cansado y dolorido. ayudado a duras penas por el Cirineo, caes por tercera vez al suelo, bajo el peso de nuestros pecados...
y Sevilla calla, pues no puede hacer otra cosa ante tanto negro ruan y tanto esparto... Viernes Santo, y este es mi pellizco sevillano que en esta jornada me encoje el alma. Nazareno portentoso caído por tercera vez. Y Sevilla calla... no hay mejor oración, para el Señor de San Isidoro... el ultimo nazareno de Sevilla, el del día del luto... y el mejor Cirineo que ayuda en al Señor en la Hispalis Cofrade...