25 años después...

25 años después, nos volvíamos a encontrar muchos de nosotros... en nuestra casa, de la que de una manera u otra, nunca nos hemos ido. Ahí han quedado, sangre, sudor y lágrimas, entre otras cientos de cosas. Amistades. Hermanos. Hijos. Algunos ya hasta nietos. Pero siempre hemos estado. Vinculados de alguna forma. Sin dejar de pensar y sentir por ELLOS, con mayúsculas. 

Él y Ella. Redentor y Salud. Salesiano el que va muerto en el madero de la discordia y el perdón, y Ella... Salesiana y auxilio para los que buscan una salida a cualquier malestar, ya sea del cuerpo, o del alma... y que como dijo el poeta "Ella es la Madre de Salesianos, virgencita de calles nuevas"...

Veinticinco años de cuadrilla. De Hermanos Costaleros. Y la iniciativa, me pareció del todo correcta. Una mesa redonda, donde poder interactuar todos. Con un moderador, como Ricardo Fajardo, más conocido como Richard, o cariñosamente en el mundillo costalero de Granada, por "el pelos", ya que es de todos conocida su larga y abundante melena... se te quiere, y tan solo tú sabes cuanto... 

En la mesa, tres pesos pesados. Juan José Rodríguez Viedma, primer Presidente de Costaleros de la Hermandad Salesiana y Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud (aunque a nuestro querido Jorge Lara le de por nombrarla como Santa María, y liarse un poco, pero todo vale, por que Ella es TODO)... pues como iba diciendo, estaba Juanjo, miembro fundador de la Cofradía, del cuerpo de Costaleros de María Auxiliadora, germen y semilla de lo que en 1988 pasó a ser la cuadrilla de Hermanos Costaleros propia de esta cofradía zaidinera. Auténtico motor de los primeros años, en los que tuve la oportunidad de participar como vocal en sus juntas, aquellas que por no tener, no tenín ni actas ni horas. Estábamos para todo. 

Desde montar los tinglados de hierro y lona desde donde salían nuestros titulares, hasta para buscar adoquines y bloques en los Rebites para echar peso a los pasos, pasando por ambientar cada día la casa hermandad que por aquel entonces, daba vida al proyecto que empezaba a cuajar con nombre y apellidos... Cuadrilla de la Redención y de la Salud... fuera aparte de amigo, es el tío de mis hijos, y eso es algo que va mucho más allá de hermandad y cofradía... 

Él, Juanjo, fue el que nos enseño a los demás el camino, la querencia, el saber estar bajo los pasos, y fuera de ellos... totalmente agradecido a los años que estuvo al frente de una cuadrilla, que aunque no fue complicada, si que había quien tenía que llevar la voz cantante, en esos tiempos de auge costalero en Granada. Así que vaya mi aplauso y mi cariño, por aquel joven de bigote recortado, al que todos le hablábamos con respeto, cuando en realidad nos llevaba a los demás unos años nada más...

En esa misma mesa, Alfonso Guerrero García. "Toto", también conocido en el mundo costalero por "El Peinaito". Costalerazo donde los haya, y buena gente entre la buena gente. Hermano de su hermandad, vinculado a esta, desde casi el principio de los tiempos, junto a su familia, encabezada por su padre Alfonso Guerrero Santisteban, al que podéis seguir a través de Twitter con el usuario de @Alfonsogue y que siempre ha estado vinculado a las Juntas de Gobierno de la hermandad salesiana, y su madre, Conchi García, vinculada también a la hermandad, habiendo ocupado cargos de diversa importancia, como por ejemplo el de Camarera Mayor de Nuestra Señora Alfonso es de esas personas que se hacen querer, y respetar. Sabiduría bajo los pasos, muchos horas ya de vuelo, y en palios de brega y tres rombos. Yo no puedo dejar pasar como siempre, mi amistad y mi sentimiento hacía él y hacía su familia, y mi más sincera admiración personal hacía él, como persona y como costalero... y por cosas que ya sabemos los dos, y que gracias a estos dos que tenemos en la Iglesia de María Auxiliadora, ya están pasadas, olvidadas y más que superadas... mi alegría inmensa, por ti y por los tuyos, siempre... 

Y el tercer invitado. No hay mesa redonda que no sea impar... y eso es algo que debiesen de tener en cuenta cualesquiera que se atrevan a formar una. Tres, cinco, siete... me da igual, pero que no sean pares. Y ahí estaba, el tercero, el más chiquetito de la cuadrilla. El que empezó de patero trasero del palio, siguio de patero trasero del palio y termino de patero trasero del palio. Y bendito él, que fue tocado por la varita a la misma par que yo, para poder sacar "como pudimos" al Redentor en aquel miércoles santo del año 1988. Por cierto y como detalle, ese año, se pasó el Pregón oficial de Semana Santa de Granada, del Salón de Plenos del Ayuntamiento, al Teatro Isabel La Católica. Y a lo mejor, tiene eso algo que ver, con que Jose Manuel Rodríguez Viedma, fuese a los años, Pregonero de nuestra Semana Santa. Lo mismo tiene eso que ver, con que siga vinculado a su hermandad, y de paso, a todas las de la nómina de nuestra Federación, ya que es miembro activo de su Junta Federativa. Sobra decir, que es tan tío de mis hijos, como lo es su hermano Juanjo... así que sobran ya más palabras... 

José Manuel, "Viedma" para los amigos, y para aquellos que empezamos a meter el hombro junto a él (yo por la parte que me toca, lo hice unos cuantos años de fijador por delante de él, hasta que dí el estirón que me llevó a la primera de palio) es un costalero curtido en batallas largas, como Salesianos, Gitanos y Ferroviarios. Esos son los pasos que sacaban por aquel entonces con la cuadrilla de María Auxiliadora, de la que también fue costalero, como su hermano. Y por lo tanto, miembro fundador de aquella primera cuadrilla... de la que tan solo fuimos unos treinta y poco más, los que salimos aquella tarde de miércoles santo con el paso del Santísimo Cristo de la Redención. 

El palio, lo sacaron la cuadrilla de Hermanos Costaleros de Escolapios, a la que siempre estaremos agradecidos por no dejar a Nuestra Madre en casa, tras unos problemas acaecidos en la cuaresma de mil novecientos ochenta y ocho, en la que la cuadrilla de Costaleros de María Auxiliadora, se disgregó y se separó en dos... Salesianos y Ferroviarios... pero aquello ya pasó, y no vamos a entrar en más detalles, pues lo único cierto, es que nos quedamos los justos más tres, para poder llevar al Cristo a Granada, y volver... con aquel ritmo marcial de la Banda del Ejercito, y las cornetas y "majorettes" (vete a Wikipedia, y lo flipas) de la Banda de Juan y la Asociación de Vecinos del Barrio Zaidín-Vergeles, que se escuchaba desde la cabecera de Cruz de Guía...

Así que la mesa, como veréis, estaba completica. Y el rato fue ameno y provechoso. Se hablaron de muchas cosas. Se pusieron en lo alto de la mesa temas como el costal, las formas de trabajar, el avance o no de nuestra cuadrilla, las maneras de los capataces, lo que eso haya podido influir o no, en que haya costaleros salesianos por todos los pasos, y encima sean buenos allí donde van, y no lo hayan sido tanto, o así no se les haya sabido hacer entender en su propia casa... 

Todos los temas, incluso aquel desafortunado incidente de nuestra cuadrilla de Cristo con Jose Carvajal, "Pepe", al que llamaron para enderezar la cosa, y bajó las escaleras de la Secretaría como alma que lleva el diablo. Y bien que lo sé, pues me pilló que yo subía esas escaleras, mientras el las bajaba. Siempre recordaré sus palabras. ¡¡¡Yo no he venido pa´esto... si eso es lo que quieren, para eso no está Pepe Carvajal!!!... y aquella espina que se le quedó clavada tan honda y de la que alguna que otra vez hemos hablado el maestro y yo...

En fin, tantos temas, que no es plan de ponerse ahora a relacionar todas y cada una de las cuestiones que Richard planteaba, y a las que los contertulios, tanto ellos como los hermanos que nos encontrábamos presentes, fuimos contestando, desgranando, y por que no, puntualizando en algún momento que otro.

Pero sin duda, al margen de la mesa redonda organizada, lo mejor fue lo de siempre. Ese tercer tiempo impar, y que no existe, pues no consta jamás en acta alguna, en el que nos volvimos a sacar las entrañas veinticinco años después. En los que dejamos aflorar los sentimientos, para que los vellos se volviesen a erizar, como aquella primera vez. Ese tercer tiempo de botellín de cerveza o cocacola, que se anima con la copa que siempre ha de llegar... y así fue... y entonces pasan esas cosas que no sabe uno ni como ni por qué, pero son, y están... se multiplican y te hacen saltar la chispa esa cofrade, que aviva a borbotones, los restos de una candela imaginaria que jamás terminó de apagarse... y a la que con tan solo un suspiro, prende ascuas que aunque muchos hayan creído olvidadas, jamás lo fueron... 

Todos tenemos un principio, y un final. Y el mío se perfectamente cual es. Donde ha sido. Y donde será...

Así que al amparo de la reja de nuestra querida Iglesia salesiana, y al abrigo de aquella placeta gélida y fría, que tan solo han calentado nuestros corazones alrededor de ELLOS, estuvimos hasta las tres impares de la mañana. Hora mágica. Y allí estábamos. Javier García Marina, José Manuel Rodríguez Viedma, Alfonso Guerrero García y un servidor... ya se habían marchado casi todos, inclusive nuestro capataz general Rafael Fandila, y un costalerazo y mejor persona llamada Javier Cros, que nos acompañó durante aquella tertulia, y en la posterior charla amena y desenfadada (al menos la mía con él siempre ha sido así, y es un hombre al que admiro y respeto mucho). 

Así que los que quedamos, una vez cerrada ya la Casa de Hermandad, nos cruzamos de acera (en el buen sentido de la palabra) y nos pusimos a contar anécdotas y aquello fue un no parar de risas y emociones... 

Este año, será especial para mi, si ELLOS quieren... igualaré y volveré a la que siempre ha sido mi casa, y con mis dos hijos bajo el mismo paso. Y eso si que es celebrar por todo lo alto, un XXV aniversario de costaleros...

y ellos seguirán siendo la Cantera Salesiana. Esa que nutre muchas cuadrillas de Granada... 

Larga vida... y Honor y Fuerza siempre, para la Cuadrilla de Hermanos Costaleros del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud...

os dejo enlace a la noticia en Granada Cofrade 

Así que gracias a todos los que me hicisteis pasar un formidable y entrañable rato el pasado viernes. Gracias, SIEMPRE...