Hoy es Martes... así que siguiendo con la linea marcada ayer, de pura casualidad y tras acordarme durante gran parte del día, del Señor expirante de la Hermandad del Museo, el cual se pasea por Sevilla al caer la tarde, hoy toca traer algún pellizco de la tarde del Martes Santo hispalense. Muchos, claro está, se echarán las manos a la cabeza cuando lean esta entrada. Y es que hablando del marte santo sevillano, no se puede obviar a la Hermandad de San Benito y sobre todo a su Misterio... yo lo haré, y le pido disculpas. Me encanta San Benito, su misterio, me encanta la Encarnación y la Calzada, pero muero con este crucificado y con su banda, que al estilo marcado por claras reminiscencias cigarreras debido a la mano de Pedro Pacheco Palomo, hermano de esta cofradía, han sabido darle ese punto característico que ha convertido a esta banda de Tambores y Cornetas en una de las que más me gustan en el panorama musical cofrade de Sevilla capital. Calidad musical, humana, estilo arcaico y señero con una mirada al pasado (su traje lo deja a las claras), y la vista puesta en el presente y ojalá que en un buen futuro.
Cristo de la Sangre, un crucificado... una banda... un barrio... La Calzá... y ese reguero de sangre bendita que inunda las calles cuando llega el Señor Crucificado... y es que no a todo el mundo le gusta lo mismo...
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