Viernes, Señor... hazme un favor... solo uno. Sabes que ya estamos en cuaresma y que la gente deambula sus pasiones por doquier, esperando pregones vibrantes, ensayos con solera y una morterá de kilos en lo alto, reuniones y tertulias de casa de hermandad con olor a incienso y sabor a melancolia, presentaciones de carteles variopintos en los que algunos no se merecen el marchamo de "cartel", etc, etc, etc... pero lo que menos esperamos son puñaladas por la espalda y brillar de hojas afiladas en la oscuridad... por eso hoy tan solo te pido un favor...
Yo hoy solamente te pido un favor... ya ves que últimamente pido poco, por eso hoy solamente te pido que me ayudes y me transportes a aquellos tiempos en los que yo vivía la cuaresma de otras muchas formas distintas... mas limpias, mas inocentes, mas puras, mas fructíferas, mas inquietantes, y mas cofrades... y que me dejes un rato, solo un rato por pequeño que sea... en el justo y preciso momento en el que me bajaba de un autocar en la Plaza Isabel la Católica, siempre con prisas, recién llegados de Baza de tocarle al Señor del Rescate bastetano, y que mientras que corríamos las calles abrochándonos la camisa gris, ajustando nuestras corbatas y galas negras como bien podíamos, y calándonos la boina siempre a la carrera... porque sabíamos que al final de las calles estabas Tú... al final de una carrera alocada mientras intentábamos guardar la formación, sabíamos que estabas Tú... y como cada Viernes estabas Tú esperando que llegáramos con nuestros sones de agrupación musical para poder acompañar tu pausada y tranquila muerte por las calles de tu Granada, que es más tuya que nuestra...
Tardes de Viernes Santos que jamás se olvidarán... pero Señor, hazme un favor, solo uno... déjame en ese preciso instante, aunque tan solo sea un espejismo del pasado, y aunque tan solo sean unos segundos... quiero volver a escuchar e interpretar el himno nacional, mientras veíamos salir tu tremendo calvario rojo, y a Ti, crucificado y muerto por San Cecilio... hazme hoy tan solo ese favor... si no es mucho pedir... y déjame que me regenere y me sienta de nuevo como al principio de todo esto... como si volviese a empezar de nuevo... te estaré siempre muy agradecido, Señor... pase lo que pase... siempre.
No pocas veces he deseado volver a mirar nuestra Semana Santa desde el prisma de la infancia, asido a la mano protectora de mis padres primero, y mi hermana mayor después, por las calles de la ciudad. Tiempos, en los que la inocencia te hacía ver todo maravilloso, soñar con ser mayor para meterte debajo del paso, al ver a los amigos de la pandilla bajo las trabajaderas de los pasos granadinos. No pocas veces, he deseado volver a ese momento en el que me acerqué a mi hermandad, solicitando "venia" para portarlo sin que, y me lleno la boca de nostalgia y alegría para decirlo, no me conociera nadie.
ResponderEliminarYo también quiero volver a ese momento en que me vestía de costalero sin tener miradas desafiantes, murmullos cobardes y habladurías malintencionadas en torno a mí, y la cuadrilla era un grupo de amigos orgullosos de lo que llevaban encima, ajenos a todo lo demás...yo también me uno para pedirle ese favor, y espero que nos lo conceda...
Un abrazo
Es que no hubo ni habrá cuaresmas y semanas santas como aquellas.. todas las que vengan ya vendrán con el marchamo de la malicia y el ruido del rechinar de dientes de la envidia y el rencor...
ResponderEliminarYa nada será igual, artista... pero tendremos que soportar las que nos queden de la mejor manera posible, intentando hacerles ver a los que vengan por detrás, los errores que hemos cometido los que vamos por delante... no nos queda otra.
Mientras tanto, un abrazo y seguro que el Señor nos concederá al menos ese Favor.. y se que nos dejará los otros dos para cosas mas concretas, mas precisas, y que seguro no tendrán que ver con nosotros mismos... si no que los guardaremos para cuando tengamos que pedir por los demás...
Saludos, y buena cuaresma... en el fondo, esto no nos lo va a quitar nadie... que lo sepan..