El día que cambiastes nuestras vidas

Era tal que un 15 de julio. Ese día algo sucedió, que vino a cambiar nuestras vidas. La tarde anterior había sido calurosa, y mientras paseábamos de la mano, por las calles del Zaidín, algo nos dijo que ya estabas llamando a la puerta. Que movido por un no se que especial, te deslizabas por el vientre de tu madre, encajando tu cabecilla, para buscar un túnel bendito y mágico que te trajera hasta nosotros. Cuantos meses imaginando tu carita. Cuantos meses preocupados pero a la vez esperanzados por poder abrazarte, besarte, tocarte, quererte aun mas de lo que ya te queríamos. ¿¿Quien nos iba a decir, que nos cambiarías la vida tanto??

Justo a estas horas, tu corazón retumbaba con las correas puestas en el vientre de tu madre, cual caballo que galopa hasta lo alto de la montaña, y se gana su libertad lejos de los cazadores de crines. Ella, impaciente y con sus ojitos redondos, esperando el momento. Ese momento que no llegaba. Te hicistes al final de rogar. Todo estaba preparado pero al final tu solo decidiste dejar de empujar. Claro, siempre has sido un poco flojo, ¿¿no?? Hay cosas que no me puedes negar, ahora bien, cuando te da por algo eres el mejor de los mejores. Tu forma de encajar tus "passiones", al igual que la de quien te escribe, es siempre con el corazón por delante. Ya te iras dando cuenta de que no siempre se ha de ir con el corazón en la mano, pues quien mas sufre es quien va de esa manera por la vida. Sin coraza ni escudo, y el corazón siempre descubierto. Alguna recompensa tendrá el ir siempre con la verdad y con el tiempo aprenderas, que muchas veces en esta vida hay que saber llegar antes con la cabeza. Y dejar guardado aunque sea por unos instantes el corazón a buen recaudo. No siempre, pero algunas veces es mejor así. Tomatelo simplemente como un consejo, no como una obligación. Despues de todo, tu eres una persona libre y que sabe en todo momento que es lo que debe de hacer. ¿¿o no??

Pasamos la noche entre cabezadas rotas por el ir y venir de "nuevos padres", a los que acompañaban "nuevos titos", "nuevos abuelos" o "nuevos amigos". Entradas a las habitaciones donde dilatar se dilataba de todo, hasta las horas. El reloj ya no marcaba horas, sino minutos. ¡Que digo minutos!... segundos... Eternos, larguisimos, suplicantes, llenos de porques, de angustias, de miedos, de rezos y de lágrimas que se traga uno, siempre por el que dirán. Tu de esto no te puedes acordar. Pero nos distes una noche, y una mañana, y una tarde... lo dicho, te hiciste de rogar, y a las ocho menos diez de la tarde del 15 de julio de 1993, mientras esperaba detrás de una puerta blanca, como blanca tenia yo la carita, entre murmullos de enfermeras, te escuche por fin llorar. Fuerte, limpio, hondo, profundo y eterno... ese llanto se quedará marcado en mi tímpano por mucho que pasen los siglos y aunque los relojes se parasen, yo siempre recordare tu llanto. Pero una cosa, ¿¿a este niño habrá que ponerle un nombre no??

Tu nombre, Francisco José, como Papa. No porque yo me llame así, ¡no, no, no!, ni mucho menos... sino porque tu madre se empeño en ponerte el mismo que el noviete de la incomprendida emperatriz Sissi.. Bueno, a mi no me quedo mas que conformarme. Porque te hubieses llamado Francisco José, aunque yo me hubiese llamado Cipriano, Pepe u Antonio. Las cosas de las madres... y creo que a día de hoy, es lo unico por lo que no he protestado ni rechistado a tu madre. Desde aquel día, cada vez que mis ojos ven la luz de un nuevo amanecer, le doy gracias a Dios por tenerte a mi vera. Solo pido para ti lo que no quisiera ni para mi, ni para nadie. Solo le pido a Dios que nunca me faltes, aunque se que es un planteamiento egoísta. Solo le pido que no dejes de ser la alegría de esta casa, el guardián cuando Papa no está, el que hace los mandaos y las tareas a regañadientes, pero que siempre termina sacándote una sonrisa de la boca... el que araña mi alma con cada gesto de su gran corazón.

Hoy cumples dieciseis años. Felicidades hijo mio. Dieciseis años que hemos vivido intensamente tanto tu como yo. Valgan estas palabras para decirte cuanto te quiero, por si aun te cabia la menor duda. Te quiero y mil veces te quiero. Eres mi sueño hecho realidad, mi amor por un amor, mi locura cuando intento mantener la cordura. Mi lamento en noches de desvelo. Mi asueto en tardes en las que vienes a contarme tus cosas. Mi lanzadera para mantenerme siempre a la ultima, y sobre aviso de todo cuanto te pueda ocurrir. Mi conversación costalera cuando no hay costales ni parihuelas de por medio. Mis noches de juegos junto a tu amigo x-box, o su colega la playstation. Mi costalero de Salud, que ha llenado de orgullo esta casa en esta cuaresma pasada. Y que encima llega el tío y sale dos veces bajo palio azul salesiano, en el mismo año. Ni su padre pudo cumplir aquella hazaña. Sería el destino. Sería el As que siempre tiene guardado el Señor en la manga. Sera que te quiero tanto, que no se ya ni que mas escribirte en estas lineas, que bajo la oscuridad de un faldón, hacen que mi mente se dispare y mis lágrimas de alegría, empapen el teclado y buena parte de la mesa. Felicidades hijo mio. Siempre seras grande, porque así lo quiso el Señor.

Eres lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas, no lo dudes un instante. Pero las felicidades deben y tienen que ser compartidas. Que sería de ti y de mi, sin tu Madre. Por eso, mis felicidades también las hago conjuntas y os envío un fuerte beso a los dos. Madre e Hijo. Hijo y Madre. ¿¿que vinculo quiso Dios que tuvieseis las madres, y que gloria distinta y divina os acompaña ya durante el resto de vuestras vidas??. Ser madre, creo que debe de ser lo más. No tengo ninguna duda de que nosotros somos meros espectadores en todo lo que concierne a la maternidad. La paternidad es cosas distinta, que no distante. Así es desde tiempos inmemoriales e impensables.

Gracias Dios mio, por el regalo que nos hicistes aquel 15 de julio de 1993. Yo con veinte años. El con una vida por delante. Su Madre, mas Madre que nunca. Su Salud, la de quien lo protege. Sus "passiones" las mías. Su vida... su vida ya es parte de mis pobres pasos.

Bendito 15 de julio, día que cambiastes nuestras vidas, por completo. Ya no se que sería de mi sin aquel caluroso mediados de julio de 1993. Prefiero ni pensarlo. Solo te puedo decir, que bajo la oscuridad que del faldón que es este blog, la oscuridad que me tranquiliza y aunque a veces saca a la luz todos mis miedos y miserias, te deseo todo lo bueno que te pueda deparar esta vida. Y si no fuese tan bueno... siempre te quedarán tus Padres. Feliz Cumpleaños Campeón. "Eres un Crack". Te queremos. Mama y Papa.

Sopla feliz tus velas... y depliegalas a la vida. Todo a babor, mi capitan... soplan buenos vientos a favor, y la Salud y el Redentor nos cobijan bajo la oscuridad del mismo faldón.