Pensaba escribirte algo esta mañana. Incluso, te puedo decir porque lo sabes, que anoche me iba a poner con esta entrada, intentando cuadrar las muchas cosas que se me vienen a la mente a diario, y hacerlo en la tranquilidad de mis madrugadas en vela, que no son pocas. Pero no pude. Era ya tarde y me dolía la cabeza a raudales. Fue un día largo, demasiado largo para mi. Aunque tengo la horrible sensación, de que se me están juntando muchos de las mismas maneras, y con una asiduidad fuera de toda norma. Los ojos, doloridos de tanto y tanto cerrarlos para poder intentar pensar con claridad, o simplemente recordar algo que me diga como y de que manera he llegado hasta aquí, no me dejaban ver negro sobre blanco en el editor que da paso a una nueva entrada. Mi intención durante la tarde de ayer era dedicarte esta entrada. Solo a ti. Todo el día con la misma y obsesiva idea martilleando mis sentidos. Para ti. Todo el día pendiente de que llegara la hora de escribirte. Tan solo a ti. Decirte a ti, y decirle abiertamente a todo el mundo, lo mucho que te quiero, y que lo sepa el mundo de una maldita vez. Ya me da igual. Hay cosas que no se pueden ocultar, porque no es ni justo ni honorable. Deben de saber todos, cuanto te amo... y los porqués, me los guardaré para mi, como siempre así ha sido...
Decirte por lo bajini y cada día lo mucho que yo te quiero, es ya una soberana tontería. Pero no me cansaré. Intentar sorprenderte con un simple ¡¡hola guapa, estoy aquí... !!, eso solo queda entre nosotros dos. Decirte tantas y tantas cosas como musitan mis labios constantemente, al final terminará por volverme loco. Pero.. que más me da lo que piensen los demás, de todo y cuanto te digo. De como te quiero y desde cuando. De cuanto te amo y sus porqués. De mis maneras y de tus hechuras. De mis locuras y tus tormentos. De mi pasión y tu cariño. De lo que se puede llegar a perder la cabeza por este amor que parece que siempre estuvo ahí, desde siempre. Desde el comienzo de los tiempos. Inmortal y Eterno. Esto ha sido, es y será, un amor entre Tu y yo, y más nadie. Y en el, nada ni nadie vendrá para interponerse. Nada ni nadie se atreverá siquiera, a romper el lazo que cada uno de nosotros decidimos atar en un momento dado. Y si lo intentan se encontraran de frente, conmigo y contigo. Solo nosotros tenemos el privilegio de poder desatarlo. Solo nosotros dos, somos dueños de sus nudos y de cuantos les hagamos con el paso del tiempo. Solo nosotros dos, seremos los culpables y los dueños de nuestro amor. De como respire. De como se alimente. De como y cuanto se engrandezca, porque ya solo le queda crecer y crecer. Y como se que el tuyo para mi es incondicional, y el mio es mortal, humano y a veces hasta ruin, mezquino y fugaz, solo te pido una cosa...
Atame a tu cintura y no me dejes escapar. Atrápame y abrázame entre tus brazos y me sentiré por fin seguro y capaz. Atame a tus muñecas como el globo que ata una madre en la muñeca de un niño, para que no eche a volar. Atame tan fuerte a ti, que la lazada comprima mis venas y no deje circular más, esta sangre que se envenena con los años y que tengo de vez en cuando que dejar sangrar. Estrechame contra tu pecho de arenas calientes y quitame esta sensación de estar enterrado en orillas que no son las que yo quiero pisar. Abrazame tan fuerte, que hasta los silencios crujan tan dentro de mi y hacia fuera, de manera que todos puedan escuchar que este corazón que mi caja torácica guarda, es de ti y de nadie más. Y quédate con mi alma, pues poco más te puedo yo dar...
Porque sin ti no soy nada. Sin ti mi bandera a media asta no me sirve. Ni ahuyenta al enemigo, ni al amigo lo hace acercar. Y fíjate, que hasta eso ya me da hasta igual. No quiero amigos que no sepan nunca estar. Y sí, deseo enemigos que sean capaces de estar a la altura, porque entonces no me cansaré de pelear jamás por ti. Por nuestro amor. Por nuestro cariño. Por todo lo que hemos vivido juntos, y lo que nos quedará. Por esto, que sin saber lo que es, ni sus formas ni sus porqués, duele de maneras infinitas y pocas veces se puede soportar. Y que llega cuando menos te lo esperas y nada puedes hacer por intentarlo esquivar. Y que nadie mejor que los que mueven los hilos lo saben, mientras juguetean con el y sus calladas maneras. Aun así, aquí estoy, como siempre... y se que soy de ti, y que siempre lo seré. Lo se, simplemente lo se, y creo muchas veces que es lo poco que puedo llegar a saber y entender con meridiana claridad. Soy de ti, y a ti llegaré algún día. Porque se de tus playas, esas que me dan la vida. Se de tus aguas, quietas y serenas. Se de tus vientos, esos que me vuelven loco. Y se que siempre estarás ahí, faro que me ha de guiar. Pero cuando te fallan las fuerzas... del amor.. solo te queda chillar... y chillar sin voz, no es lo mío...
Decirte por lo bajini y cada día lo mucho que yo te quiero, es ya una soberana tontería. Pero no me cansaré. Intentar sorprenderte con un simple ¡¡hola guapa, estoy aquí... !!, eso solo queda entre nosotros dos. Decirte tantas y tantas cosas como musitan mis labios constantemente, al final terminará por volverme loco. Pero.. que más me da lo que piensen los demás, de todo y cuanto te digo. De como te quiero y desde cuando. De cuanto te amo y sus porqués. De mis maneras y de tus hechuras. De mis locuras y tus tormentos. De mi pasión y tu cariño. De lo que se puede llegar a perder la cabeza por este amor que parece que siempre estuvo ahí, desde siempre. Desde el comienzo de los tiempos. Inmortal y Eterno. Esto ha sido, es y será, un amor entre Tu y yo, y más nadie. Y en el, nada ni nadie vendrá para interponerse. Nada ni nadie se atreverá siquiera, a romper el lazo que cada uno de nosotros decidimos atar en un momento dado. Y si lo intentan se encontraran de frente, conmigo y contigo. Solo nosotros tenemos el privilegio de poder desatarlo. Solo nosotros dos, somos dueños de sus nudos y de cuantos les hagamos con el paso del tiempo. Solo nosotros dos, seremos los culpables y los dueños de nuestro amor. De como respire. De como se alimente. De como y cuanto se engrandezca, porque ya solo le queda crecer y crecer. Y como se que el tuyo para mi es incondicional, y el mio es mortal, humano y a veces hasta ruin, mezquino y fugaz, solo te pido una cosa...
Atame a tu cintura y no me dejes escapar. Atrápame y abrázame entre tus brazos y me sentiré por fin seguro y capaz. Atame a tus muñecas como el globo que ata una madre en la muñeca de un niño, para que no eche a volar. Atame tan fuerte a ti, que la lazada comprima mis venas y no deje circular más, esta sangre que se envenena con los años y que tengo de vez en cuando que dejar sangrar. Estrechame contra tu pecho de arenas calientes y quitame esta sensación de estar enterrado en orillas que no son las que yo quiero pisar. Abrazame tan fuerte, que hasta los silencios crujan tan dentro de mi y hacia fuera, de manera que todos puedan escuchar que este corazón que mi caja torácica guarda, es de ti y de nadie más. Y quédate con mi alma, pues poco más te puedo yo dar...
Porque sin ti no soy nada. Sin ti mi bandera a media asta no me sirve. Ni ahuyenta al enemigo, ni al amigo lo hace acercar. Y fíjate, que hasta eso ya me da hasta igual. No quiero amigos que no sepan nunca estar. Y sí, deseo enemigos que sean capaces de estar a la altura, porque entonces no me cansaré de pelear jamás por ti. Por nuestro amor. Por nuestro cariño. Por todo lo que hemos vivido juntos, y lo que nos quedará. Por esto, que sin saber lo que es, ni sus formas ni sus porqués, duele de maneras infinitas y pocas veces se puede soportar. Y que llega cuando menos te lo esperas y nada puedes hacer por intentarlo esquivar. Y que nadie mejor que los que mueven los hilos lo saben, mientras juguetean con el y sus calladas maneras. Aun así, aquí estoy, como siempre... y se que soy de ti, y que siempre lo seré. Lo se, simplemente lo se, y creo muchas veces que es lo poco que puedo llegar a saber y entender con meridiana claridad. Soy de ti, y a ti llegaré algún día. Porque se de tus playas, esas que me dan la vida. Se de tus aguas, quietas y serenas. Se de tus vientos, esos que me vuelven loco. Y se que siempre estarás ahí, faro que me ha de guiar. Pero cuando te fallan las fuerzas... del amor.. solo te queda chillar... y chillar sin voz, no es lo mío...
Sencillamente amor...
ResponderEliminarEspectacular entrada y cuantas cosas dice esa foto...
Gracias Ana por tu comentario. El amor de Ella hacía mi,es más fuerte que el mío hacía Ella. Aun así, lucho y trato por compensarlo todos los días. Quizás algún día pueda estar a la altura de su amor, aunque me da que eso será tarea cuasi que imposible. Lo que se, es que no dejaré de intentar que así sea. Y no se, a lo mejor algún día llegamos a querernos de las mismas maneras y formas...
ResponderEliminarY la imagen claro dice muchas más cosas. Muchas las se y de primera mano, y otras las siento desde hace ya mucho tiempo. Algunas las capto, y otras simplemente me hacen temblar. Esto es así... y no hay más...