Vamos, igualito, igualito que en algunos martillos que yo me se, y que practicamente sabemos todos... solo hace falta pasarse por algún ensayo para comprobarlo... y no solo estoy hablando de la Semana Santa de Granada... salir fuera y os encontrareis también con alguna sorpresa que otra...
Con capataces así, no me extraña que se hagan cuadrillas, vengan los hermanos, estemos envenenaos, seamos unos locos enamorados del palo y al final nos hagamos costaleros con mayúsculas... y estas cuadrillas se partan el alma por el que va delante del paso, y por sus compañeros... esto es afición, maestría, orgullo, sabiduría, obediencia, huevos pegados al culo (va por ti, viriato), arte, derroche, fantasía, fe, devoción, locura y todo esto llevado hasta el extremo... llevado hasta la máxima expresión de la costalería. Obedecer y morir debajo del paso si hace falta... pero con gente así delante de los pasos, todo es mas fácil...
Porque así tiene que ser... y muchos deberían de saber que hay cosas que no se pueden aprender, por muchos años que se lleve delante de un paso. Porque una cosa está clara... en estas cosas, en el mundo de la costalería y del martillo, o se sirve o no se servirá jamás... no hay medias tintas, ni Diplomas de Capataz, ni Master de los martillos en la University of Derbi... o se es, o no se es... y hay mucha gente que nunca lo será... ¿¿mas claro??
"Para que siga la tradición y los años se rompan en el tiempo,
pero que el Amor del Costalero siga vivo"
Manolo Santiago, "El Maestro"
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